2018/06/28

[45] EN LA ESTELA DE M. CHAVES NOGALES [2ª PARTE]

A LA BÚSQUEDA DEL TOCÓN...
4. Chaves conocía más que de sobras la condición de las personas y sabía como se las gastaban sus compatriotas, como aquellos que componían “el consejo obrero” de Ahora. Quienes desposeyeran a sus legítimos propietarios de la cabecera, se arrogaran sus funciones y, entre otros desafueros, promovieran a Chaves al puesto de "camarada director" por un tiempo...
La miseria prosigue. Mis compatriotas, por lo general, siguen sin soportar la inteligencia singular, que se manifiesta como libertad de discrepar, de pensar y decir; la libertad de criterio bien sostenido que Chaves Nogales evidenciara en sus textos.
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Vuelvo a La agonia …, salpicada de pinceladas netamente liberales, orteguianas, credo en el que desembocó definitivamente quien en época de juventud manifestara alguna veleidad de otro cariz: "Cumplo sin embargo con mi débito esparciendo en cuanto escribo ese difuso sentimiento comunista que me anima" [A sangre y fuego..., Austral, 2011. Prólogo de Ana R. Cañil, p.17. Nada más lejos de mi pretensión el sembrar brumas; no me es posible caer en el burdo error de enjuiciar: lo que esa voz significaba en 1928 ni era exactamente igual pocos años después 4 u 8, qué más da, ni mucho menos con nuestra actual percepción, bien empapada de la experiencia del tiempo transcurrido. El espíritu de “querer creer” de Chaves ¿quién no ha querido creer en años de juventud? , también lo aprecio en La vuelta a Europa en avión, Libros del Asteroide. Barcelona, 2014; y me parece del todo honesto comentarlo como nota de mero carácter informativo/circunstancial]
"Nunca una catástrofe nacional se ha producido en medio de una mayor inconsciencia colectiva."... "Cuento lo que he visto y lo que he vivido más fielmente de lo que yo quisiera"... "Porque la única verdad de la decadencia de las democracias radica en el hecho innegables de la rebelión de las masas..." ... o "Hasta ahora no se ha descubierto una fórmula de convivencia humana superior al diálogo, ni se ha encontrado un sistema de gobierno más perfecto que el de una asamblea deliberante, ni hay otro régimen de selección mejor que el de la libre concurrencia. Es decir, el liberalismo, la democracia.", 
son párrafos que muestran el genuino Chaves, el de madurez. 
Y que no ofrecen duda alguna del sentir del maestro Chaves, que estuvo en ello, periplo que le condujo a filiarse a tales principios. Cosa bien natural, por cierto, en el chico que a los catorce años acompañaba a su padre José, en Sevilla, a la redacción de El Liberal [mediada la década de los 20, Chaves es redactor en el diario y, a finales de la misma, uno de los firmantes de una carta–manifiesto en la que varios intelectuales transmiten a Ortega y Gasset su propósito de formar un grupo "de genérico y resuelto liberalismo"].
En realidad 
"... la cosa mínima que pretendía sacar adelante... mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y a la crueldad..." "... Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España... los caldos de cultivo... nos los sirvieron de los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín... Después de tres siglos de barbecho la tierra feraz de España hizo pavorosamente prolífica la semilla de la estupidez y la crueldad ancestrales...".
Bien sabía de qué hablaba, repito. Como corresponsal de su periódico había visitado Moscú, Berlín y Roma; conocía pues las mimbres con las que se urdían bolchevismo y fascismo [ideologías tornadas enormes máquinas asesinas, con nazismo y estalinismo por nombre; 5 millones de muertos tan sólo con la Shoá a manos de la primera; entre 54 y 110 millones, según las fuentes, víctimas del bolchevismo/estalinismo. Son cifras que espeluznan y que recoge Ryszard Kapuscinski en  El Imperio [Anagrama. Barcelona, 2007]. Un demógrafo, Serguei Maksúdov, aporta la 1ª cifra para el período comprendido entre 1918 y 1953, muertos en la URSS incluyendo las víctimas de las 2 grandes guerras. I. Kurgánov calcula 110,7 millones de muertes en los campos de trabajos forzados, cárceles y frentes de guerra  entre 1918 y 1958. El comunismo, en ninguna de sus variantes –no se puede olvidar su paso por el extremo oriente– ha vivido nada parecido a algo tan simbólico como la "justicia" aplicada en Nuremberg...].
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5. Manuel Chaves Nogales descansa muy en paz en Londres (yo espero que nadie tenga la necedad de perturbar su descanso). Ocupa el lugar CR19, junto al tocón, en el Fulham North Sheen Cemetery.
Mª Isabel Cintas me dio todas las indicaciones precisas para llegar allí, pero quise dar aura de búsqueda/descubrimiento a la localización de la sepultura. Si alguien quisiera visitar ese lugar le propongo este itinerario: en el intercambiador de Hammersmit que tome la línea de autobús 190, que conduce a Richmond. Tras cruzar el Támesis ha de descender en Mortlake Cemetery, parada que queda prácticamente frente a la puerta principal de ese cementerio en la Clifford Avenue.
Hay que cruzar  “Mortlake...”, camposanto de exiguas dimensiones, para salir a la Mortlake Road o South Circular Road. Tras atravesarla se llega al “North Sheen”; una vez allí ya no hay pérdida. [Todo eso lo supe gracias a la amabilidad de un jardinero quien, capaz de comprender lo que trataba de expresarle con mi “jerga a la inglesa”, me acercó a la oficina administrativa de North Sheen, justo al lado, y al NW, de la Capilla, tras lo cual se retiró muy discretamente].
ENTRADA AL MORTLAKE CEMETERY POR CLIFFORD Av.
LIBRO DE REGISTRO DEL NORTH SHEEN CEMETERY/FULHAM NEW CEMETERY

MORTLAKE CEMETERY [D] Y NORTH SHEEN CEMETERY [I].
 LONDRES. [FUENTE: GOOGLE MAPS*]
PLANOS DEL NORT SHEEN CEMETERY, CON DETALLE DE
LA MANZANA QUE ALOJA EL ENTERRAMIENTO CR19 [D]
Alá, en la oficina, dos jóvenes me atendieron con suma afabilidad. Uno de ellos, él, me acompañó hasta el tocón. El 29 de marzo de 2016 ofrecía este aspecto: 
EL TOCÓN QUE ACOMPAÑA AL ENTERRAMIENTO CR19
EN EL LONDINENSE 
NORT SHEEN CEMETERY
 
Ese día culminé un empeño. Tuve la dicha de estar allí, de gozar de unos momentos de una gran e intensa emoción. Y lo he de agradecer al hallazgo de unos amigos generosos –Horacio, Mª Isabel, William, Carmen–, sin cuya guía nada de ello hubiera sido posible.
No olvidaré tampoco la amabilidad de un humilde jardinero y de los dos jóvenes de la oficina administrativa del North Sheen Cemetery, quienes, de manera excepcional, pusieron a mi disposición copia de la "cartografía" del campo santo del barrio y de la manzana que aloja el recuerdo de Chaves.
Ahora, ya lejos, siento que el olvido envuelve el tocón y su contorno con una bruma tan imperceptible como melancólica...; cosas mías. 
Abril, 2016.


Mª Isabel, apenas 24 horas antes de que acabara de escribir estas líneas, me comentó “¿Sabes que Chaves entrevistó a Irène Némirovsky (en Lo que ha quedado del imperio de los zares)?”. Lo cierto es que no lo sabía.

La búsqueda o el hallazgo, ¿qué es lo que importa?  Pues que no lo sé.

NOTA DEL 13MAY2020. Estas 2 entradas sobre Manuel Chaves Nogales están disponibles en   CHAVES_NOGALES_Y_EL_TOCÓN.pdf/file, que no recoge las correcciones o añadidos realizados con posterioridad. 

[44] LEY DE HIERRO DE LA FISCALIDAD...


NOTA DEL 13/09/2023. Una vez comprobado que los enlaces a los que se remite más abajo conducen a un dominio extinguido, me comprometo a editar los textos en cuestión de modo directo, en un plazo breve.

Amigos de DEMOS, un movimiento repúblico en la estela del pensamiento, obra y acción de D. Antonio Gª Trevijano, me solicitaron un resumen de las dos entregas referidas a los impuestos publicadas aquí recientemente.
Tal solicitud ha servido para evidenciar mi incapacidad para resumir, puesto que el resultado ha sido una reescritura, sin duda mejorada a mi modo de ver, de aquellos textos. La nueva redacción ha visto la luz en El Crítico, con el título de Ley de Hierro de la fiscalidad. Impuestos, Estado y Nación.
SINONIMIAS...

Me parece oportuno ofrecer a los lectores que se acercan a estas páginas la posibilidad de acceder a esa reformulación de mis apreciaciones sobre el hecho de la fiscalidad; y me parece que lo procedente es ofrecer los enlaces que les permitan esa lectura que espero resulte de interés.

Con toda cordialidad,
F Caro.























2018/06/24

[43] EN LA ESTELA DE M. CHAVES NOGALES [1ª PARTE]

Una versión de este texto, de redacción básicamente similar, fue remitida hace ya cierto tiempo a sendas revistas literarias, Libros Libres y Leer; también a Luis A. de Villena, por si quisiera acogerla en su web. En ningún caso obtuve evidencia de mínima cortesía; será porque los Olimpos son clubes auténticamente selectos..., o yo qué sé.
Pero dejada constancia del episodio, pasemos hoja y vayamos a Manuel Chaves Nogales [1897, Sevilla; 1944, Londres] que es quien merece reconocimiento.
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PREPARATIVOS
No sé si el par camino/morada al que aludió la santa de Ávila guarda parecido con el de búsqueda/hallazgo; no lo sé. Tampoco si la paráfrasis “lo importante es el hallazgo, no la búsqueda” es enunciado firme o mera –y discutible– opinión; tampoco. Pudiera serlo en el caso que relato, de hallazgos. Y en el de otros episodios que salpican mi discurrir, pero ahí queda, al albur del juicio de cada cual.

1. Horacio Vázquez Rial [1947, Buenos Aires; 2012, Madrid] me favoreció con su generosa, elegantísima y muy inteligente discreción, valga la redundancia – "Caro, la inteligencia es discreta", me dijo D. Ignacio Zumeta [1929, Tolosa (Guipúzcoa); 2008, San Sebastián] en época de bachillerato-, al aceptar condescendiente mi atrevido acercamiento a él.
Horacio no era un ser libre. Me explico, en sentido estricto nadie lo es, pero ni por asomo entraré en tal digresión. Horacio quedó enredado de por vida en la maraña que un día le tendiera la musa de la Literatura, de la que cayó cautivo para siempre: “–Horacio, no me dijiste que esto de escribir creara adicción.... –Ay, amigo...”
Cuando le leí por vez primera en Libertad Digital, nada que ver con la de ahora, tras su firma añadía su dirección de correo. Horacio, todo delicadeza, contestaba las solicitudes que recibía en él. Así lo hallé. 
Y me dispuso en la estela de Manuel Chaves Nogales, de quien oía hablar por vez primera con su reseña de La Agonía de Francia [Libros del Asteroide. Barcelona, 2010] en El síndrome de Vichy  [La Agonía... ha resultado ser mi Chaves favorito, pero sin menoscabo alguno de nada de lo escrito por el sevillano].
MANUEL CHAVES NOGALES, PURO "REPÓRTER"
HORACIO VÁZQUEZ RIAL
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Al poco, Horacio volvió a obsequiar a sus seguidores con una nueva delicia: su reseña de 33 días, de Léon Werth [Veintisiete Letras. Madrid, 2010], en Léon Werth existe. Así que gracias a un hallazgo, y La suite francesa [Salamandra. Barcelona, 2012], fascinante historia relatada con sublime delicadeza por Irène Némirovsky, completaba un tríptico verdaderamente extraordinario.

[Son las tres, a mi juicio, obras “imprescindibles” para todo aquel que desee aproximarse a una instantánea de las gentes y la época, durante ese episodio de sometimiento a la barbarie padecido por nuestros vecinos del norte. Otra batalla más de la vieja y eterna lucha/guerra entre barbarie y civilización, en la que, transitoriamente, parece que esta sucumbe en contra de la evidencia que ofrece el sinuoso avance de la flecha de la Historia. La perspectiva del juicio es esencial; miradas cercanas y locales trastocan la visión nítida de la realidad por aquello de que “los árboles impiden ver el bosque”. Y al maestro Chaves, que acababa de vivir el tremendo episodio de una guerra fraticida en su patria, la circunstancia le abocó a ser testigo de privilegio del desmoronamiento de la Nación francesa en 1940]
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2. Chaves es contemporáneo de un grupo de periodistas que hicieron época, de los que sólo refiero a Augusto Assia [1904, La Mezquita (Orense); 2002, Mesía (La Coruña)],  y George Orwell [1903, Motihari (India); 1950, Londres].
El primero por sus crónicas londinenses de Cuando yunque, yunque y Cuando martillo, martillo [ 1ª ed. Mercedes. Barcelona, 1946 y 1947, respectivamente]; el único testimonio del transcurso de la guerra relatado desde Londres por un cronista español. Orwell, por su preclara visión de la granja estalinista y su integridad en defensa de la libertad – cuando los vientos dominantes soplaban en contra–, acreedor por ende del mayor de los reconocimientos.
El maestro sevillano compartió época londinense con Assía y Orwell, y no es de extrañar que hubieran coincidido en algún momento, pero no conozco dato fehaciente al respecto.
GEORGE ORWELL
AUGUSTO ASSIA
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 A finales de noviembre de 2014, Carmen de la Vega, responsable de columnas de Opinión de El Imparcial (diario con el que colaboré durante un tiempo, hasta que colmé la paciencia del Sr. Ansón por críticar sus frívolas sandeces e inconsistentes majaderías) me facilitó el contacto con William Chislett. Andaba yo en una búsqueda relacionada con los servicios diplomáticos del UK en España, en la que conté con la inestimable ayuda de William, al hilo de la cual me comentó esto:

“... Tanto Chaves Nogales que Barea, por razones distintas, son personas honestas y honorables en el sentido más amplio. Pobre Chaves. Ni tiene lápida. Está enterrado donde el tronco del árbol (Fulham, Londres).

Ni tiene lápida...” Pude verlo en una foto de Mª Isabel Cintas Guillén que me adjuntó [Mª Isabel es referencia obligada a la hora de hablar de Chaves. Es la fuente de la que ha brotado todo el “caudal” Chaves del que bebemos: cinco tomos de Obra Narrativa (1993) y Obra periodística (2001, reeditados en 2009 y 2013). Manuel Chaves Nogales, página editada por ella, ofrece un excelente acercamiento al "repórter" sevillano]
Mª Isabel y William, dos nuevos hallazgos, me empujaron definitivamente a la estela del maestro sevillano. La inocente fotografía encendió la chispa de mi curiosidad por ver, por ir allí. Se volvía a repetir el mismo impulso que me llevó a visitar otro camposanto: el emotivo cementerio de Omaha, en las playas del desembarco al que hace nada rendía homenaje en Normandia, 6 de junio de1944. 
EL TOCÓN DEL CEMENTERIO DE FULHAM...
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3. Exiliado por partida doble, en Francia a consecuencia del mayor fracaso histórico que nuestra guerra civil supuso en nuestra convivencia, y poco más tarde en el UK a resultas de la capitulación francesa ante la barbarie nazi –con la travesía que comienza en Burdeos y le llevará al UK se abre La Agonía...–, Chaves muere en Londres en mayo de 1944, lejos de su esposa e hijos... No pudo saber de lo que sucedió apenas un mes más tarde, ni visitar esas playas en las que unos chiquillos de allende los mares comenzaron a abrir las puertas de la libertad que parece languidecer en Europa.
Sus restos yacen, sin lápida que lo recuerde, junto al tocón. La imagen de su sepultura evoca la envoltura, densa a veces, que en esos entrañables camposantos londinenses, mitad parques, mitad islas de recogimiento, arropa con brumas de olvido enterramientos como el que localiza algo –también inerte– como los restos de un árbol talado.
La suerte de quien en plena madurez, y hablando de lo que dejó atrás en su patria, proclamara en su exilio parisino con amargura que
"El resultado final de esta lucha no me interesa demasiado. No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de España va a salir de un lado u otro de las trincheras. Es igual. ... puede salir indistintamente de uno u otro lado.",
no puede sorprendernos.
 [Fin de la 1ª parte]

2018/06/15

[42] YO OS ACUSO...


PUBLICISTAS, ACADÉMICOS, CATEDRÁTICOS, FISCALES GENERALES,..., YO, ASPIRANTE A CIUDADANO, OS ACUSO DE FALTA DE DECORO Y HONESTIDAD INTELECTUAL

Anteayer 13 de junio de 2018 presentaba su dimisión el ministro de cultura nombrado por un Sr. encaramado al poder en un proceso absolutamente vergonzante, hediondo, intrínsecamente corrupto. Hay que tener agallas para estar a la altura de tal circunstancia, pero hay gente pa'tó.
Según leo, el ex «... había defraudado a Hacienda un total de 218.322 euros en tres ejercicios fiscales. Dos demoledoras sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 2017 le acusaban de no haber actuado de "buena fe", "negligentemente", "con el resultado de eludir el cumplimiento de sus obligaciones tributarias en perjuicio del erario público. El periodista y escritor había montado una mercantil para facturar sus servicios como presentador de 'El programa de Ana Rosa'. Hacienda le obligó a pagar 365.938 euros"» No está mal para un adalid de la lucha contra la corrupción en un gobierno decididamente anti-corrupción salvo la indispensable para poder constituirse como tal.
Y a la hora de decir adiós, en lugar de hacerlo con discreción, el muy, muy, ha arremetido contra la jauría mediática. Su acrisolada autoridad moral se lo permite... no comment! 
Me resulta impensable que en Alemania, Holanda, el UK o Francia pueda suceder nada parecido, pero puedo estar equivocado. Por otra parte, prestarse a formar parte del consejo que preside individuo tal también me resulta absolutamente vergonzante, pero no es código de valores generalmente compartido.
Como tampoco todo el mundo comparte el punto de vista con el que encabezo esta entrega, evidentemente. Por ejemplo D. Arturo Pérez-Reverte, que no es ningún juvenil porque de juvenil no se deviene académico de la lengua, proclamó a los 4 vientos esto que sigue “Creo que me gusta el nuevo gobierno porque nos da esperanza...
¿Cómo esperar una colada limpia como la patena lavando con agua de albañal? Hace falta ser muy, muy naïf …, o algo mucho peor, Arturet!

Por otros lares mediáticos es común la aceptación de la farsa representada en el retablo, por ejemplo con la apología del voto al PP de Gabriel Albiac, so pretexto del mal menor, al poco de debatir a gran nivel con D. Antonio Gª-Trevijano. Otros faros-guía, como Federico Jimenez Losantos & contertulios, aceptan y abrazan la causa de la efebocracia piafante en ciernes. Y como el asno que mueve la noria tras la estela de la inalcanzable zanahoria, la gran esperanza blanca de ahora puede ser el Sr. Rivera [promovido al nº1 de su formación por el inapelable mérito de llamarse Alberto, el nº1 en el listado ordenado alfabéticamente de los partícipes en el congreso constituyente de su formación], o el Sr. Abascal... ¿y mañana? ¡vaya ud. a saber! ¡La donna è mobile!.
     Ni la condición de escritor de éxito, brillante publicista [persona versada en los asuntos de la cosa pública, que propaga su saber en la prensa], académico de la lengua, catedrático de filosofía, derecho administrativo o constitucional, influyente opinante en las redes/marañas sociales, o columnista de referencia en suplemento dominical, o yo qué sé..., exime a nadie de enunciar gratuidades e inconsistencias; nada de ello confiere patente de corso.
A la hora de propagar enunciados no hay dispensa para aquellos que por su trayectoria o desempeño influyen en la forja de opinión. Precisamente a lo que están obligados es a todo lo contrario: mayor rigor y precisión, un grado más de complejidad y elaboración argumental del razonamiento, y más sutileza y finura, si cabe. Y por ello cada enunciado ha de juzgarse por sí, en función de su solidez y de su coherencia, independientemente de quien lo formule.
Luego queda el sutil tránsito de la idiocia a la maldad, o viceversa, que no halla eximente alguno en la ignoratio voluntaria de la que se alardea.

2018/06/08

[41] ¿IMPUESTOS? NO, GRACIAS [2ª PARTE]

LA FISCALIDAD EN ESPAÑA, AHORA
RESUMEN
A. El modo en el que se estructura el estado y su proyección en el concierto de las naciones, determina sus exigencias de financiación, el sistema fiscal. La exorbitante deuda externa real [en torno al 180% del PIB, estimado este en 1 billón de €], empobrecimiento diferido para las generaciones que prosigan es una de sus consecuencias;
B. La función correctiva de las desigualdades de renta y riqueza asignada al sistema fiscal es un celofán que enmascara el carácter cuasi-confiscatorio que la presión fiscal ejerce sobre los más;
C. La corrupción, enorme sumidero de recursos detraídos de su uso "natural" abunda en la pauperización de los más;
D. La complejidad del sistema fiscal, y la aplicación efectiva de un principio de culpabilidad fiscal a los sujetos tributarios corrientes, induce a concluir que el sistema en su conjunto se configura para que tributen aquellos que no pueden evitarlo y no quienes pueden y deben aportar más. Genera un claro sentimiento de vulnerabilidad en los contribuyentes "ordinarios" y la certeza de que "los poderosos" -que de un modo u otro determinan el contenido de las normas fiscales- tienen recursos sobrados para hallar "escapatorias dentro de la ley"; ingeniería fiscal, se dice.
E. La presión fiscal supone a escala individual una disminución de los recursos disponibles, que se manifiesta como: #Una mengua de la libertad; #Una minoración de la iniciativa económica potencial, que conlleva menores tasas de empleo y una particular solidaridad inversa que ha obligado y obliga a muchos de nuestros jóvenes mejor preparados a emplearse en las "metrópolis" europeas; #Una clara apelación a la economía sumergida, como escapatoria a la voracidad fiscal que exhibe el estado; #Una profundización de la sima que separa sociedad civil y sociedad política.
En lo que sigue, y con mayor o menor tino, se desarrollan con mayor detalle los aspectos señalados. 

Abordar someramente la gran cuestión del modo en el que se financia el Estado -fiscalidad-, ya sea por el aflujo de recursos económicos de la Nación o bien con aportación externa, también requiere una triple consideración: por un lado, la de la formulación teórica con la que se arropa el sistema en su conjunto; la de la realidad del uso que recibe tal caudal por otro; y, finalmente, del marco efectivo que muestra la realidad de la cuestión.
4. El cometido de cualquier sistema fiscal consiste en dotar al Estado de los recursos con los que, asegurado el sostenimiento de la Nación, poder abordar y resolver los diversos problemas, reales o presuntos, que derivan de la convivencia forzada en la que se desenvuelven las vidas cotidianas de los nacionales, en particular aquellos que afligen a los más.
Pero el Estado, dijimos, se formula “de acuerdo” con la Nación, o con una parte de esta que al usurpar la función esencial de aquella se apropia del pecio para hacerlo derrotar a su conveniencia, por ejemplo con el consenso del 77. Y en consecuencia la formulación que se haga del Estado, y el campo de posibilidades es ilimitado, determina sus necesidades y las fuentes de las que obtener los recursos precisos.
Más concretamente, si un nacional “X”, censado en un municipio “Y”, ha de sostener a:
a.- la administración local; b.- una posible admón comarcal; c.- la admón./diputación provincial; d.-la admón. regional/autonómica; e.- posibles entes supramunicipales, supraprovinciales y suprarregionales, nacionales o internacionales; f.- empresas públicas, fundaciones y agencias varias, escamoteadas bajo las más imaginativos máscaras; g.- ONG's que viven gracias a las aportaciones del estado; h.- partidos, sindicatos y patronales, financiadas con fondos públicos; i.- la admón. central, con todos sus compromisos internacionales, del que segrego de modo específico el que sigue, y sus derivadas; j.- la admón. de la UE; k.- varios e indeterminados que hayan podido escapar al repertorio exhaustivo anterior, 
convendrán conmigo, respetados lectores, que el esfuerzo económico que se le ha de requerir es de una magnitud insoportable por considerable.
Si no es el correspondiente, que no lo es, se debe al recurso continuo a la deuda, una especie de tumor latente e insaciable: los compromisos son para cumplirlos y el deudor no es sino un títere al que el acreedor, un día, le conminará al pago señalándole día, hora, lugar e indumentaria con la que concurrir a saldar su deuda; su 'libertad' es pura quimera.
Pero tal repertorio no es algo ineluctable, es obviamente resultado de voluntades. Y el esfuerzo supone una mengua en proporción directa de su “libertad” y una llamada a voces a la economía sumergida, cuya razón de ser principal, obviamente, no es otra que la voracidad fiscal del Estado.

La función correctiva de las desigualdades sociales, la función redistributiva de renta y riqueza, común y cuasi universalmente aceptada entre nosotros -un discurso discrepante está vedado en una sociedad tan locuaz como uniforme en su enunciado del tópico y del lugar común, “el consenso” en lo esencial y la diferencia en lo anecdótico-, no deja de ser un señuelo, un callabobos, el estafermo distractivo que aleja la mirada de lo esencial, que es lo anterior.
El hecho en sí impregna una sociedad española de tradición mayoritaria católica y desconozco qué tiene que ver con la denominada “doctrina social de la Iglesia”, con la que personas de pocos escrúpulos arropan sus discursos. Es preciso considerar que entre las dos grandes ramas del tronco cristiano común, catolicismo y protestantismo, se evidencia una notable y nada sutil diferencia: aquel alienta la igualdad aún a costa del sacrificio de parcelas de libertad, este la ampara aún a sabiendas de las profundas desigualdades que la realidad exhibe.
Una lectura de la correspondencia con Arthur de Gobineau de Alexis deTocqueville [“... un hito de la literatura epistolar del S XIX”, dijo de ella D. Luis Díez del Corral en su discurso de Ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Madrid, 1965] nos aporta buena luz.
Tocqueville argumenta en torno al cristianismo que denosta Gobineau y a la caridad. Esta virtud, tradicionalmente privada aunque en algún modo regulada* durante el AR, pasó a ser con la Revolución una “virtud pública” -instituida, administrada, es decir, corrompida-. Caridad forzada que ahora se denomina solidaridad eufemísticamente:
[...] El cristianismo me parece que hizo una revolución o, si lo prefiere mejor, un cambio muy considerable en las ideas relativas a los deberes y derechos, ideas que son, en definitiva, el objeto de cualquier ciencia moral.
... La moral de nuestros días, tal como la veo manifestarse..., en la cháchara incesante de nuestra locuaz sociedad..., la moral moderna, digo, ... no ha hecho más que desarrollar, ampliar las consecuencias de la moral del cristianismo sin cambiar los principios. ... Al haberse debilitado nuestras creencias religiosas y oscurecido la visión del otro mundo, la moral debe mostrarse más indulgente con las necesidades y los placeres materiales.
... Pero la innovación más notable de los modernos en la moral creo que consiste en el enorme desarrollo y el nuevo aspecto dados en nuestros días a dos ideas que el cristianismo ya había destacado notablemente, a saber: que todos los hombres tienen el mismo derecho a los bienes de este mundo y el deber de auxiliar, de los que más tienen, a los que tienen menos.
... Esta primera innovación ha traído otra: el cristianismo había hecho de la beneficencia o, como él la había llamado, de la caridad, una virtud privada. Hacemos de ella cada vez más un deber social, una obligación política, una virtud pública. El gran número de personas a socorrer, la variedad de necesidades a las que nos sentimos obligados a asistir, la desaparición de grandes individualidades, a las que se podía acudir para lograrlo, han hecho volver todas las miradas hacia los gobiernos. Se le ha impuesto una obligación estricta de reparar algunas desigualdades, de acudir en ayuda de ciertas miserias, de prestar a todos los débiles, a todos los desdichados, un apoyo. Se ha establecido así una especie de moral social y política que los Antiguos sólo conocían muy imperfectamente y que es una combinación de las ideas políticas de la Antigüedad y los conceptos morales del cristianismo […]
[* La nobleza tenía ciertas obligaciones asistenciales para con los pobres en su demarcación, si bien el pauperismo, en ciertas épocas, alcanzó cotas de una crueldad inconcebible]
Caridad forzada que viene marcada por el estigma que ya apreció de la Boëtie, nada menos que tres siglos antes, en suDiscurso de la servidumbre voluntaria”:
… “Los tiranos [de Roma] se mostraban generosos con el cuarto de trigo, el sexto de vino y el sextercio, y movía a la piedad oír gritos de ¡Viva el Rey! Esto necios no se percataban de que no hacían sino recuperar una parte de lo suyo y que esa misma porción el tirano no se la hubiera podido dar si antes no se lo hubiera usurpado. Uno recogía hoy el sestercio, otro se saciaba en el festín público, bendiciendo a Tiberio y Nerón por su generosidad cuando, obligado el día de después a abandonar sus bienes a la codicia, sus hijos a la lujuria, su propia sangre a la crueldad de esos emperadores magníficos, callaba como una piedra y se agitaba lo mismo que un tocón. El populacho siempre ha sido igual: ante los placeres que honestamente no puede alcanzar, se muestra dispuesto y disoluto; ante las penas y quebrantos que honestamente puede sufrir, se muestra insensible.”
Son los anteriores elementos a considerar a la hora de enjuiciar la formulación teórica del discurso justificativo del sistema fiscal vigente y efectivo que nos somete.

5. Lamentablemente decir España, aquí y ahora, es decir corrupción. El espectáculo, y la incuria/indolencia/tolerancia/pasividad/permisividad, cuando no complacencia cómplice, de mis conciudadanos, abochorna; sonroja a quienquiera que tenga un mínimo de decencia y decoro.
La corrupción arraiga en el consenso del 77, y huelga volver a repetirlo. Que el Sr. Lesmes lo diga, que el propio Presidente del Tribunal Supremo lo proclame, no deja de ser banal[http://convozqueda.blogspot.com.es/2016/04/25-presidente-del-supremo-la-corrupcion.html].
D. Antonio Gª Trevijano lo predijo desde el primer momento: la consecuencia lógica e inevitable del consenso del 77 elevaría la corrupción a factor determinante de gobierno en España. No se equivocó un ápice pese a que a D. Antonio le infamara el psoe de D. Enrique Múgica y se le negara en vida el pan y la sal por su clarividencia y rigor analítico: llegará la hora en la que reciba la justicia que merece.

A pesar de que un escándalo prosiga a otro, mis compatriotas se muestran incapaces de concebir que otra realidad es posible: pasivos sujetos pasivos tributarios actúan como los perros de Licurgo. Empeñados en dar la razón a Sebastiano Foscarini, el último embajador de la República de Venecia en la corte madrileña, a la que llegó allá por 1757**. Foscarini despachó así al Dux: "Se diría, para terminar, que los españoles tienen ingenio, capacidad y medios suficientes tiene todas las posibilidades para restaurar a su país, no lograrán hacerlo; y aunque enteramente capaces de salvar su Estado, no losalvarán porque les falta la voluntad de hacerlo" [en El Laberinto Español, de Geral Brenan. Ediciones Ruedo Ibérico,
[** Surge aquí una discrepancia en el fechado: El Laberinto... data la presencia en Madrid de Foscarini de 1682 a 1686 cuando, en el Dizionario Biografico degli Italiani , Volume 49 (1997), Giusepe Gullino afirma de él  que "... il F. s'era da poco allontanato da Venezia per assumere il rango di ambasciatore in Spagna, cui era estato electo sin dal 22 apr, 1757" ]   

La corrupción se nos ofrece como un enorme sumidero*** -suma de sumideros dispersos- que evacua cantidades enormes. En efectivo, en especies, o de ambos modos a la vez, cantidades que acaban en manos del séquito que acompaña a los que se aúpan a cotas de poder, por romas que sean. Cantidades aportadas por todos de una forma u otra, con claro perjuicio de quienes más necesitados se hallan.
Y en una obscena y demoledora espiral de relaciones causa–efecto, la suma de las cantidades derramadas por el sinnúmero de sumideros alcanza, en España, importes tan exorbitantes que la nación ya se muestra exangüe; la prueba es el mastodóntico déficit acumulado por las “administraciones públicas”. Es una hemorragia en la caja pública que necesariamente hemos de restañar; es el aspecto cuantitativo inmediato. Y para ello se actúa de dos modos: uno bien perceptible; el otro menos, aunque contribuya a retroalimentar al anterior.
El manifiesto es el acudir, de nuevo, al concurso de todos... con implantación de nuevos impuestos y subidas de los existentes.
La pulsión liberticida de todo tiempo y lugar...! [13/12/2010]
El menos perceptible es el recurso canallesco al crédito externo que exorbita la deuda. Así endosamos a los que nos sucedan la cuenta pendiente de pago por fastos, juergas y fechorías diversas. A la vez se hace más perentoria la necesidad de... subir impuestos para hacer frente a los vencimientos.
Y aquí procede hacer una digresión. Quienes nos han financiado -Alemania sobre todo-conocían perfectamente qué sucedía [lo supo su embajador Sr. Brunner en el 92, época de fastos y de convolutos, de mordidas, en la que se acuñó el “pellón” como unidad de soborno -en honor de quien sucediera a D. Manuel Olivencia como Comisario General de la Expo de Sevilla-. Total, ¡pagaba Europa!] .
Comparar su prodigalidad con la del camello que trata de atrapar en la droga a su cliente no es un paralelismo exagerado. Si actuaron irresponsablemente, que asuman su pena, que no es otra que una quita, una pérdida sustantiva para ellos, de lo adeudado. Lo cual no puede suponer una amnistía encubierta de los corruptos locales, para los que debiera caer todo el peso de la justicia... si es que la hubiera.
[*** Cuando en plena batalla dentro del psoe entre guerristas y no guerristas, (el Waterguerra en su apogeo -la corrupción protagonizada por un hermano del vicepresidente de gobierno D. Alfonso Guerra, que comerciaba favores en despacho ad hoc de la propia Delegación del Gobieno en la Sevilla de finales de los 80 y comienzos de los 90-), Felipe González remodeló su gabinete relevó, entre otros, al ministro de Obras Públicas, Sr. J Saénz  Cosculluela . Su sustituto, el Sr. Borrell declaró que "... a partir de ahora ya no habrá que pagar comisiones en este ministerio..."]

¿A dónde conduce tal espiral en términos morales/políticos?
-debiera conducir a una inmediata iniciativa de la Nación ante la degradación absoluta de la calidad moral de quienes se encaraman al gobierno de la res pública, pero tal toma de responsabilidad ni está ni se le espera;
conlleva un sometimiento cada vez mayor a resultas del empobrecimiento galopante de los más modestos. Empobrecimiento doble: en la disposición de recursos propios y de los servicios públicos esenciales, mermados cualitativa y cuantitativamente, aunque la merma tome frecuentemente salida en un despilfarro tan inaceptable como real.
a un suicida empobrecimiento social por asfixia de la iniciativa ante lo que la realidad ofrece. La solidaridad inversa que venimos practicando hacia los países más desarrollados, que consiste en que nuestros jóvenes mejor preparados hayan buscado expectativas de vida acordes con su mérito fuera de nuestras fronteras, es una de sus manifestaciones. El hecho se repite cuando en los años 60 excelentes matriceros, torneros, fresadores, mecánicos, etc. se vieron obligados a emigrar a Alemania, Francia, y otros países en reconstrucción tras el desastre de la 2ª Gran Guerra, para poder sostener un proyecto de vida digna que en su patria no les era posible forjar. Las metrópolis desangran a la colonia, llevándose a sus mejores hijos, por si pudiera concebir esperanzas de futuro. ¡A negociar la quita!

6. Y para acabar este discurso anotemos algunas pinceladas sobre el marco efectivo que muestra la realidad de la cuestión.
El punto de partida es doblemente aberrante. Por un lado la enorme complejidad y volatilidad del sistema fiscal, cuyas disposiciones están sometidas a mil y un cambio en breves lapsos de tiempo .
Por otro, la aplicación al sujeto contribuyente de un principio de culpabilidad/delictividad fiscal contra el que deberá proveerse de un formidable arsenal de pruebas si quiere salir airoso de las acometidas, justificadas o no, de la recaudación.
El Roto [2013/10/07]
Ello conlleva la quiebra de la confianza de las personas corrientes, abocadas a contratar los servicios de expertos externos, y el establecimiento como principio sustantivo del hecho de que nuestros impuestos están establecidos sobre la base de recaudar de quienes no pueden evitarlos y no de quienes más pueden aportar, para los cuales las escapatorias, legales o extra-legales, siempre están al alcance de su mano, si es que no son los inspiradores intelectuales de la panoplia de disposiciones fiscales : no es sino otra nueva faceta de la misma esencia corrupta que todo lo impregna [exactamente como sucedía en el S XVIII. Tocqueville, de nuevo, lo relata en El Antiguo Régimen y la Revolución].

Así que lo dicho, tal y como se nos presentan digo, y les animo a que digan: “¿Impuestos? No, gracias”

[196] "LA DERROTA DEL CONOCIMIENTO" (O, MEJOR, AL SOMETIMIENTO POR EL EMBRUTECIMIENTO)

    “…mi profesión nada confusa, sin comprender cuál es su cometido, transformada en mero servicio de guardería la más de las veces...”   ∞:...