2022/04/06

[148] HAVAS, CHAVES NOGALES, PROUVOST, PRENSA, COLUSIÓN...

En aquella Francia no es que los periodistas estuvieran corrompidos, —los habría, por descontado, sino que toda aquella promiscua mezcolanza era intrínsecamente corrupta...

El relato de quien fuera joven periodista advertido de Le Soir no es un ajuste de cuentas desde su exilio newyorkino de 1940. Su colega de la CBS destaca que su mejor contribución es 

su análisis de la prensa de París, cuya venalidad, parcialidad y amargura dejan sin aliento a un estadounidense.

P. presenta un retrato descarnado de lo que era la amalgama/simbiosis del mundo de la información con el de los círculos de poder; del periodismo, y los periódicos de esos años en Francia, con los políticos. Resultado: clarísima colusión; colusión de manual por el obvio perjuicio infligido a los franceses, a la nación francesa.

Dejemos las cosas en claro, no es que los periodistas estuvieran corrompidos los habría, por descontado, sino que toda esa promiscua mezcolanza era intrínsecamente corrupta. ¿Qué cuerpo social soporta en sus seno tal corrosión de más de un siglo? El francés, no; pero cualquier otro hubiera corrido una suerte pareja.

Dice el periodista norteamericano
El último periódico francés que leí antes de subir a un barco para huir de Burdeos fue Le Figaro, que decía: "Francia era como una de esas viejas mansiones señoriales que parecen tan fuertes por fuera pero que en realidad están acribilladas por las termitas".

Y evoca una confesión un alea iacta est, de Barthou a Mme. Tabouis de años atrás.

Estamos destinados a tener una terrible agitación en Francia y la guerra es inevitable. Cualquier francés en política que piense que estas cosas se pueden evitar se engaña lamentablemente. ¿Por qué no afrontar la cosa de frente? Todo ha degenerado en Francia, nuestra concepción del Estado, del deber público, del Parlamento, de nuestras instituciones. Hemos llegado a un punto en el que no sabemos qué hacer con todo esto. Ya no podemos actuar. 

Dos pasajes de Chaves Nogales en La agonía de Francia habrán recibido, a buen seguro, tan poca atención como el de Balzac [el referido en 147. Balzac...]; acaso menos aún.
El primero está datado el 11, día en el que París estaba sumido en una densa niebla artificial que avisaba de la inmediatez de los boches [*].
La gente se apelotonaba en los boulevards ante los cafés cerrados y se estacionaba en la plaza de la bolsa ante el edificio de la agencia Havas pidiendo la confirmación de aquellas noticias de cuya veracidad nadie dudaba; sin embargo, cuando los redactores de Havas desde los balcones decíamos a gritos que tales noticias eran falsas se enfurecían contra nosotros y nos acusaban de derrotistas y de agentes de la quinta columna.

En francés, sinónimo de alemán de marcado carácter peyorativo, empleado al menos desde 1862. Supongo que se trata de una mutación de Velche, o Welche, denominación de las poblaciones francófonas en contacto con germano parlantes que toma tono muy despectivo: fig., persona ignorante, ruda, supersticiosa, en general por alusión al Discours aux Welches de Voltaire, 1764.

Sede de Havas, en la parisina Place de la Bourse
 
Pero, páginas atrás, el reportero sevillano dejaba aviso previo de una unanimidad prodigiosa,
Esta unanimidad en el juicio de los tontos es uno de los mayores prodigios realizados por Los fabulosos medios de captación de que dispone en nuestro tiempo la propaganda manejada sin escrúpulo por los Estados.

¿Noticias falsas? ¿Propaganda en lugar de información?
El Gobierno había salido hacia Tours hacía dos días.
Jean Prouvost, director y propietario de Paris–Soir, había entrado en el Gabinete como Ministro de Información cuatro días antes. A última hora de la tarde del 10 de junio, recibió a los corresponsales americanos. "Independientemente de lo que pueda ocurrir", dijo, "el Gobierno no abandonará París. Les sugiero que se queden aquí también, señores".
El Ministerio de Información se encontraba en el Hotel Continental. Me encontré con varios periodistas americanos en el vestíbulo. La situación parecía algo mejor ahora, me dijeron.
Jean Prouvost estaba solo en el amplio salón que le servía de despacho privado. A la dura luz eléctrica, parecía muy pálido.
"Jefe", le dije, "dígame, ¿se va el Gobierno o no? Acabo de ver a los corresponsales americanos..."
"Me obligaron a hacer una estupidez", dijo. "Me dijeron que anunciara que nos quedábamos, cuando sabíamos perfectamente que estábamos a punto de irnos. Sí, nos vamos. Pero no nos vamos de verdad, sino que huimos. Estamos huyendo. Oh!, ¿por qué acepté entrar en el Gabinete?" 

¿Quién era Jean Prouvost? ¿Y cuál era su historia?
Responder la pregunta con el mínimo decoro me llevará otra buena tanda de líneas. Avanzaré de ellas algunos trazos. 
El magnate de la prensa francesa, patrón del grupo encabezado por Paris—Soir, el diario de mayor tirada por esos días, entró en el gabinete de Reynaud. Trabajó en su seno por que fueran escuchadas por el gabinete las propuestas del General Weygand —"el único que sabe la realidad de lo que sucede"; votó a favor del armisticio en la tarde de aquel domingo mansamente trágico, y formó parte del gabinete Pétain, que le nombró Alto Comisario para la Información...

2022/04/05

[147] BALZAC, HAVAS, PERIÓDICOS, VENALIDAD, DESINFORMACIÓN...

El pueblo, que se considera el más inteligente del mundo, está siendo engañado de la manera más burda.

Hurgando en esa grandísima caja de Pandora que es la red (aquí, a lo mejor la imagen está mal traída) me topo con una perla.

"En un pasaje al que se ha prestado muy poca atención, Honoré de Balzac señaló que la Agence Havas era una grave amenaza para la independencia de la prensa francesa:

El público puede creer que hay varios periódicos. Pero, en realidad, sólo hay un periódico.

En la calle Jean-Jacques Rousseau de París hay una oficina dirigida por Monsieur Havas, ex-banquero, ex-co-propietario de la Gazette de France, ex-co-asociado en una empresa formada para explotar las licencias concedidas por Napoleón en la época del bloqueo continental. Monsieur Havas ha visto pasar muchos gobiernos. Tiene un profundo respeto por los hechos, y ha expresado poca consideración por los principios. Ha servido fielmente a todas las administraciones que se han sucedido. Los hombres pueden ser diferentes, pero él sabe que la mente humana nunca cambia, y que la opinión pública siempre debe ser moldeada en la misma dirección.

Nadie -ningún ministro y ningún periódico de la oposición- puede obtener ningún beneficio por denunciar a la Agencia de Monsieur Havas. Por eso Monsieur Havas tiene corresponsales en todo el mundo; recibe todos los periódicos de todos los países del mundo, y es el primero en recibirlos. Además, sus oficinas están en la calle Jean-Jacques Rousseau, frente a la Oficina General de Correos, por lo que no se pierde ni un minuto.

Todos los periódicos de París, en aras de la economía, han decidido prescindir de los gastos que el Sr. Havas ya realiza, sobre todo teniendo en cuenta que ahora tiene el monopolio; y todos los periódicos han abandonado la costumbre de traducir de los periódicos extranjeros y de mantener a sus corresponsales en el extranjero, ya que ahora pagan al Sr. Havas sumas mensuales para que les suministre, a horas determinadas, todas las noticias extranjeras. Sin que ellos lo sepan, los periódicos sólo reciben la información que el Primer Ministro está dispuesto a hacerles publicar. Si hay veinte periódicos, y si pagan una media de 200 francos al señor Havas, éste recibe 4.000 francos mensuales de sus suscriptores. Pero recibe 6.000 del Ministerio. ¿Comprenden ahora la razón de la patética uniformidad de las noticias extranjeras en todos nuestros periódicos? Cada periódico se limita a colorear, en blanco o en verde o en rojo o en azul, la noticia recibida de Monsieur Havas, el "Jack of all-trades" de la prensa: En este sentido, por lo tanto, sólo hay un periódico, preparado por él, y que sirve como fuente de información para todos los demás...

Del mismo modo, Monsieur Havas se ocupa de la prensa de provincias. Así, como sólo hay un periódico en París, sólo hay uno en los Departamentos. Monsieur Havas es el testaferro del Ministerio. Y así es como funciona esta inmensa máquina llamada periodismo. Es tan simple como el mecanismo de un rôtissoire al que hace dar vueltas un caniche adiestrado.

El pueblo, que se considera el más inteligente del mundo, está siendo engañado de la manera más burda."

La desinformación, 5º jinete del Apocalipsis

Quien refiere a Balzac es otro periodista galo un siglo posterior a él.

"La dirección de Le Soir," –uno de los primeros periódicos en los que trabajé regularmente, "dio con algo nuevo: en los teatros y salas de cine, el periódico se distribuía gratuitamente, junto con el programa. Por supuesto, esto aumentó la circulación, pero era difícil ver cómo este dispositivo podía contribuir a los ingresos del periódico. Además, nunca hubo publicidad. Entonces, ¿cómo se las arreglaba Le Soir para existir? Pronto lo descubriría. Uno de mis jefes no tardó en iluminarme. "Sabe, P.”, me dijo, “cuando yo tenía su edad, pensaba que bastaba con escribir un buen artículo para que algún periódico estuviera dispuesto a pagar un buen precio por él y a publicarlo. Eso es lo que solía pensar. A los jóvenes como tú hay que decirles cómo están las cosas. Por ejemplo, acabo de escribir tres artículos sobre Rumania. Artículos realmente buenos, llenos de revelaciones sensacionales, cuidadosamente revisados; artículos en los que puedo decir que ataqué con valentía la extraña conducta de algunos de los ministros rumanos. Como queríamos estar absolutamente seguros de la autenticidad de todas las afirmaciones de estos artículos importantes, los presenté para su comprobación final al embajador rumano. Se quedó con los manuscritos durante unos días y luego pidió a uno de nuestros directivos que fuera a verle. Los artículos eran muy interesantes, dijo el Ministro. Añadió que el Gobierno rumano estaba muy agradecido por esta valiosa información. Sin embargo, el Gobierno solicitó, como favor personal, que pospusiéramos la publicación de este material, por el momento. A continuación, para concluir -y a propósito-, el Ministro informó a nuestro director de que el Gobierno rumano había decidido conceder a nuestro periódico un contrato bastante atractivo para la publicidad de los hermosos paisajes de la campiña rumana... . . Así que ya ves, P., lo que pasó. Por estos tres artículos, que nunca se publicarán, recibí más dinero del que he recibido por cualquier material publicado en mi vida. Y, gracias a esta ganancia inesperada, podré pagarte tu sueldo a fin de mes. Para que veas lo que pasa en este negocio".

 Desde la época de Balzac hasta la actualidad, este estado de cosas se ha ido agravando constantemente. En más de una ocasión, la Agencia Havas, que recibe subvenciones de decenas de millones de francos del Gobierno y que ha sido designada oficialmente para encargarse de la propaganda francesa en el extranjero, ha atacado directa y abiertamente la política del Gobierno, a petición de algunos clientes importantes. Mejor aún: Havas dio ocasionalmente apoyo financiero a varios periódicos abiertamente hostiles al régimen. 

 Un simple despacho de Havas bastaba para sembrar el pánico en la Bolsa, o para poner en marcha un movimiento en el Parlamento que podía conducir a la caída del Gobierno, a los disturbios o incluso a la guerra. ¿Quién, entonces, se habría atrevido a atacar estos males? ¿Quién estaba en condiciones de denunciarlos? De todos los venenos que ejercen su influencia sobre la opinión pública francesa, la Agencia Havas era seguramente uno de los más virulentos. Y este veneno caía a menudo en terreno favorable."

Apunto un par coincidencias como anécdota final: una, que hace poco vi Las ilusiones perdidas, película basada en la novela homónima de Balzac que da cuenta de las cosas del periodismo de la época; otra, que, al indagar acerca de Chaves Nogales, volví a leer su empleo en Havas en junio de 1940, el momento de la caída de Francia.

De los periódicos de hoy en día en España, ni idea, qué quieren que les diga. 

Lo que sí sé es que alguien, una vez, se encontró una persona virtuosa en una casa de lenocinio, pero nadie sabe dar referencia de quién, dónde y cuándo. Puede que sea también cosa de la mitología griega.

También sé que Geneviève Tabouis, periodista francesa destacadísima, se percató por entonces, y avisó a sus compatriotas, de que el nazismo significaba un intento de revolución mundial, y que Francia estaba en terrible peligro. Se lo he leído al corresponsal de la CBS en París durante los años 30.

Revolución mundial... totalitarismo... desinformación... embrutecimiento... sometimiento... ¡por falta de quintetos del apocalipsis no será!... Todo tiene una pinta de déjà vu bastante maloliente...

[224] SUMA CHAVES NOGALES (EN CON VOZ QUEDA). IV.

Estimado lector. Prosigo la enumeración de las entradas en las que comento, o aporto detalles novedosos, en relación con la persona y con lo...