2022/04/21

[150] DE LAS REMEMBRANZAS TREVIJANISTAS DE MARTÍN-MIGUEL RUBIO ESTEBAN

Martín-Miguel Rubio viene evocando -en su columna semanal de El Imparcial de Ansón- sus peripecias trevijanistas -remembranzas, dice él; Martín-M/El Imparcial. De momento va por la 3ª lo que quizás cuaje en un libro, avanza.

Bien se ve en esas entregas, empapadas de bonhomía, el carácter de su cercanía al maestro Trevijano. Cercanía intelectual más que a la acción política inmediata -tan propia de D. Antonio, a la que nos sentíamos convocados otros seguidores.

Conocí a Martín-M. en Santo Domingo de la Calzada, en el simposio-homenaje a Antonio Gª Trevijano por su 90 aniversario de 2017. Un contacto puramente superficial porque las circunstancias -andaba yo sumido en severa depresión, no daban para más. 

Por otra parte, creo que Martín-M. oficiaba de concejal por entonces, desempeño al que se accede vía lista de partidos, lo cual rechinaba muy mucho en la ortodoxia de la Libertad Política Colectiva. 

Martín-Miguel encontró en mi persona campo franco para una amistad edificada sobre un exquisito respeto mutuo. Durante mis muchos años de instituto, me solía encontrar más a gusto cerca de los profesores de Latín, de Griego, y de los sacerdotes. Recibía de ellos un saber que no estaba a mi alcance: el del conocimiento de los clásicos, o lo que es lo mismo, de nuestras raíces mediterráneas, greco-latinas y judeo-cristianas, justamente uno de los campos de saber de Martín-Miguel (aquella compañía, por cierto, se mostraba bien lejos de muchas arrogancias de poco fuste que se daban entre los de otras disciplinas -incluso de gimnasia, que ya es decir).

Ahora bien, si él se ha ganado mi aprecio -que lo tiene y en mucho, a su calidad indiscutible como persona cabe atribuirle la razón. Sus credos quedan aquí por completo al margen, porque carecen de peso y presencia.

***

Entre finales de 2016 y 2018 traté de dar salida a mis inquietudes de acción política en la senda del trevijanismo, y por ello sus "Remembranzas" han despertado la memoria de aquello. Es de ese pozo del que entresaco lo que sigue.  

Creo que viví con cierta intensidad algunos hechos acaecidos en el entorno de D. Antonio por entonces (a modo de anécdota, puedo comentar que, a principios de 2017, me acerqué a su casa ¡tuve la fortuna de estrenar un libro de firmas preparado para asentar el paso de sus visitas!).

A D. Antonio le agradó ese pasaje..., me dijo su ayudante

Me refiero a lo sucedido desde que falleció hasta que se celebró la Asamblea constitutiva de Demos. En el entreacto, la 1ª asamblea/cuasi conciliábulo del MCRC sin D. Antonio, allá por junio de 2018.

Por entonces, el Cisma de Alondra 1 ya estaba consumado. La defección de Papi y "los suyos", tras la acometida del "siniestro Anastasio" y de quienes oficiaron como sus esbirros -voz que empleo en su acepción más despectiva, estaba más que consumada.

Aquello dejó en claro que el MCRC de aquella tropa de baja estofa devenía, de su mano, repulsiva zahúrda para cualquiera que aportara la mínima limpieza de ánimo. Emigré, pues, a Demos. 

Y nueva decepción porque allí tampoco encontré la honestidad esperada; sí -de nuevo, y al poco, la censura.

A manos del equipo de redacción porque, en una entrega con Losantos como tema, "lo relevante aquí es que tu artículo da muchas vueltas y “poco aprieta” en lo que nos interesa, la Libertad Política Colectiva.", a decir de Papi. El papel lo aguanta todo.

También a manos de otro matemático/informático -ser depositario de un saber superior y distinto al del resto de los mortales, similar a la que ya sufriera en el MCRC a manos del siniestro majadero. Ahora, el "sumo sacerdote del recto decir" fue Luis Ángel Calvo. El objeto, un artículo en el que pedía la dimisión de Pedro Duque que edité aquí en [46] (conservo los correos y los mensajes guasap intercambiados con ese señor fatuo que, lógicamente, dejan a cada cual en su lugar; ahí están).

Papi, en lugar de ponerse al frente de la defensa de la libertad de expresión, trató de contemporizar. Pura conducta socialdemócrata. Valoró más el instrumento -la herramienta informática, que aquello a lo que esta debía prestar servicio -el pensamiento.

Pretirió mi reflexión, por modesta que fuera, en favor del recurso informático: si ese es el trasfondo del pensamiento de alguien que se reclama seguidor de Trevijano, que se jacta de haber sido designado por él en un acto meramente caudillista (justificado en su circunstancia, pero que debió ser enderezado a la mayor rapidez y no se hizo*), y de apretar en favor de la Libertad Política Colectiva, apaga y vámonos.

Naturalmente que rechacé de frente cualquier tipo de componenda en un asunto de manual: la censura -ya vivida en el MCRC de mano del "siniestro Atanasio", supone el ejercicio de un poder sin control por alguien que se lo atribuye sin más, lo que evidencia un carácter totalitario fuera de discusión. Quien contemporiza con ello proclama su falta de consistencia democrática. En este campo, la línea divisoria es muy nítida, no hay escala de grises: o blanco o negro.

Del resto, nadie -repito, nadie entre tanto prohombre, ni siquiera de entre los loados por Martín-Miguel, tuvo el mínimo gesto de apoyo claro a mi causa, que no era mía, sino de principios elementales. En ese ambiente, no me quedó otra que irme a respirar el aire limpio de la intemperie.

Tal es el sino del legado intelectual y material de D. Antonio a manos de sus albaceas y cercanos últimos. En lo doctrinal, y en el campo de la acción política, la absoluta irrelevancia. A Papí & Co. (con otro siniestro, Vicente Ferrer, de caribeño faro-guía -veáse [117])  les supongo enfrascados "en lo que nos interesa, la Libertad Política Colectiva", excursión con parada en Diputado de Distrito... Los otros, ni idea, supongo que en su zahúrda. En lo patrimonial, mucha, excesiva, turbiedad en cuanto a la materialización de sus últimas voluntades.

Es todo tan humano…

*A propósito de ese hecho. Por mayo de 2018, un par de meses después del fallecimiento de AGªT, hice llegar a la directiva en funciones, y a muchos otros miembros del movimiento, una propuesta que ofrezco a quien lo desee. Solicitaba en ella que, en el seno de aquel MCRC, se aplicaran las tesis que se defendían para la sociedad toda: la apertura de un proceso de libertad política colectiva en el microcosmos de los asociados. Todavía estoy por recibir una sola apreciación al respecto..., lo cual me evoca el dicho de que una cosa es predicar y otra, muy diferente, dar trigo. El papel, repito, lo aguanta todo.


2022/04/16

[149] ACERCA DE LA REPÚBLICA

Cuando Manuel Chaves Nogales abandonó España en noviembre de 1936, llevaba consigo la República. No la Segunda República española, sino la República a secas, sin aditivos que la enmarcaran en un tiempo y un lugar”, dice Xavier Pericay (En París, con la República. Cuadernos y Lugares, Dip. de Sevilla, 2020).

Los destinos de Francia, el destino de Chaves, los regía la IIIª. Adscrito sin ambages a lo que representaba Ortega y Gasset, el reportero se llevó consigo una abstracción a decir de Pericay.

¿En qué consistía tal idea? ¿La ofreció el propio Ortega, el padre intelectual de nuestra desventurada 2ª? 

Le conozco su célebre No es esto, no es esto, pero no un enunciado positivo de qué debió ser. No lo es, en mi opinión, otro pasaje del mismo Aldabonazo, en Crisol, que aquel: la República en España, o es la que triunfó, la auténtica, o no será. Así, sin duda ni remisión.

Creo que los que hoy se dicen republicanos adolecen de la misma falta de concreción; por descontado. Y nada más inane que hablar de República como de una línea de tranvía Un tranvía llamado República”, de la que no se sabe bien adónde conduce.

Ajuste del trole para "la vuelta" de un Desire en Nueva Orléans

Chaves Nogales presenció en 1940 el desmoronamiento de Francia. Lo predijo Louis Barthou, uno de sus prohombres, en 1934. 

“Estamos destinados a tener una terrible agitación en Francia”, le comentó a Alexis Leger, “y la guerra es inevitable”... “Todo ha degenerado en Francia, nuestra concepción del Estado, del deber público, del Parlamento, de nuestras instituciones. Hemos llegado a un punto en el que no sabemos qué hacer con todo esto. Ya no podemos actuar”.

Un siglo de simbiosis prensa/poder político fue una de las causas de la corrosión interna del país. Balzac refleja sus comienzos en Un grand homme de province à Paris (1839); la ratifican periodistas galos que acompañaron a Chaves a su segundo exilio en el Reino Unido en junio de 1940 Mme. Tabouis o André Géraud/"Pertinax", por ejemplo. 

P. Lazareff, redactor jefe de Paris-Soir, el principal periódico de Paris en la década de los 30, afirma en su exilio niuyorkino: “Desde los días de Balzac hasta el presente, este estado de cosas ha ido de mal en peor”. Su análisis de la prensa de París cuya venalidad, parcialidad y amargura dejan sin aliento a un estadounidense, es lo mejor de Lazareff, dice quien en París, y desde agosto de 1939, formara parte del equipo europeo de la CBS.

La colusión era flagrante. Los grandes damnificados: los franceses, la nación. 

El Gobierno había salido hacia Tours hacía dos días. Jean Prouvost, director y propietario de Paris–Soir, había entrado en el Gabinete como Ministro de Información cuatro días antes. A última hora de la tarde del 10 de junio, recibió a los corresponsales americanos. "Independientemente de lo que pueda ocurrir", dijo, "el Gobierno no abandonará París. Les sugiero que se queden aquí también, señores”.

El Ministerio de Información se encontraba en el Hotel Continental. Me encontré con varios periodistas americanos en el vestíbulo. La situación parecía algo mejor ahora, me dijeron. 

Jean Prouvost estaba solo en el amplio salón que le servía de despacho privado. A la dura luz eléctrica, parecía muy pálido. 

“Jefe”, le dije, “dígame, ¿se va el Gobierno o no? Acabo de ver a los corresponsales americanos...

Me obligaron a hacer una estupidez", dijo. Me dijeron que anunciara que nos quedábamos, cuando sabíamos perfectamente que estábamos a punto de irnos. Sí, nos vamos. Pero no nos vamos de verdad, sino que huimos. Estamos huyendo. …”, relata Lazareff.

Este domingo pasado, Francia, en su Vª República, celebró la 1ª vuelta de sus presidenciales. Pero esta Vª no tuvo un inicio ejemplar: De Gaulle no llegó al poder por las urnas precisamente, para instituirla.

***

La elección directa del Jefe del Estado, al modo francés, es lo propio de una República. Luego, si la cabeza y representación de toda la nación se elige por sufragio universal directo, a mayor razón también lo han de ser los representantes más inmediatos de los españoles en el Congreso de los Diputados. 

República, pues, supone negación de oligarquía de partidos. O lo que es lo mismo, sin Democracia Democracia a secas, la República a secas es imposible. 

Dígase de nuevo. Como forma de gobierno la Democracia se sustenta en dos hechos: el de representación política que exige un sistema de elección de representantes por circunscripciones unipersonales, y el de separación de poderes: elección separada del Jefe del Estado (que designará a su ejecutivo), y de la Cámara de control legislativa. 

Nada de ello se da aquí y ahora, lo cual me evoca que lo acaecido con los perros de Licurgo es moneda de uso corriente: las personas propenden a creer que la única realidad posible es la que conocen. 

Habré de acabar. Si he de adscribirme a una República será a la que Tocqueville (del que hoy, 16 de abril, se commemora el aniversario de su fallecimiento) refiere en De la democracia en América

... Lo que se entiende por república en los Estados Unidos es la acción lenta y sosegada de la sociedad sobre ella misma. Es un estado ordinario basado en realidad en la voluntad ilustrada del pueblo. Es un gobierno conciliador, donde las resoluciones maduran de manera minuciosa, se discuten sin prisas y se ejecutan con madurez.

Pero el Galdós de Cánovas (1912) me hace poner los pies en el suelo. 
Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte.

No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente.

Es decir, todo me conduce al accidentalismo en cuanto a la institución de la Jefatura del Estado. Porque, más allá de las abstracciones, lo definitivo son las personas, sus hechos, y el entramado que la historia ha decantado por años en el cuerpo social en el que han de actuar.

¿Paradoja? Chaves y sus colegas franceses hallaron salvación en el hogar de la más antigua monarquía europea. Mientras, desde Moscú a Madrid, los totalitarismos más abyectos encontraban acomodo en el continente: no hubo república que les hiciera frente. A los hechos me remito.

Suplantar el positivismo se llama ignorancia; evitarlo, ilusión, amonestó JeanFrançois Revel filósofo a sus contemporáneos.

2022/04/06

[148] HAVAS, CHAVES NOGALES, PROUVOST, PRENSA, COLUSIÓN...

En aquella Francia no es que los periodistas estuvieran corrompidos, —los habría, por descontado, sino que toda aquella promiscua mezcolanza era intrínsecamente corrupta...

El relato de quien fuera joven periodista advertido de Le Soir no es un ajuste de cuentas desde su exilio newyorkino de 1940. Su colega de la CBS destaca que su mejor contribución es 

su análisis de la prensa de París, cuya venalidad, parcialidad y amargura dejan sin aliento a un estadounidense.

P. presenta un retrato descarnado de lo que era la amalgama/simbiosis del mundo de la información con el de los círculos de poder; del periodismo, y los periódicos de esos años en Francia, con los políticos. Resultado: clarísima colusión; colusión de manual por el obvio perjuicio infligido a los franceses, a la nación francesa.

Dejemos las cosas en claro, no es que los periodistas estuvieran corrompidos los habría, por descontado, sino que toda esa promiscua mezcolanza era intrínsecamente corrupta. ¿Qué cuerpo social soporta en sus seno tal corrosión de más de un siglo? El francés, no; pero cualquier otro hubiera corrido una suerte pareja.

Dice el periodista norteamericano
El último periódico francés que leí antes de subir a un barco para huir de Burdeos fue Le Figaro, que decía: "Francia era como una de esas viejas mansiones señoriales que parecen tan fuertes por fuera pero que en realidad están acribilladas por las termitas".

Y evoca una confesión un alea iacta est, de Barthou a Mme. Tabouis de años atrás.

Estamos destinados a tener una terrible agitación en Francia y la guerra es inevitable. Cualquier francés en política que piense que estas cosas se pueden evitar se engaña lamentablemente. ¿Por qué no afrontar la cosa de frente? Todo ha degenerado en Francia, nuestra concepción del Estado, del deber público, del Parlamento, de nuestras instituciones. Hemos llegado a un punto en el que no sabemos qué hacer con todo esto. Ya no podemos actuar. 

Dos pasajes de Chaves Nogales en La agonía de Francia habrán recibido, a buen seguro, tan poca atención como el de Balzac [el referido en 147. Balzac...]; acaso menos aún.
El primero está datado el 11, día en el que París estaba sumido en una densa niebla artificial que avisaba de la inmediatez de los boches [*].
La gente se apelotonaba en los boulevards ante los cafés cerrados y se estacionaba en la plaza de la bolsa ante el edificio de la agencia Havas pidiendo la confirmación de aquellas noticias de cuya veracidad nadie dudaba; sin embargo, cuando los redactores de Havas desde los balcones decíamos a gritos que tales noticias eran falsas se enfurecían contra nosotros y nos acusaban de derrotistas y de agentes de la quinta columna.

En francés, sinónimo de alemán de marcado carácter peyorativo, empleado al menos desde 1862. Supongo que se trata de una mutación de Velche, o Welche, denominación de las poblaciones francófonas en contacto con germano parlantes que toma tono muy despectivo: fig., persona ignorante, ruda, supersticiosa, en general por alusión al Discours aux Welches de Voltaire, 1764.

Sede de Havas, en la parisina Place de la Bourse
Pero, páginas atrás, el reportero sevillano dejaba aviso previo de una unanimidad prodigiosa,
Esta unanimidad en el juicio de los tontos es uno de los mayores prodigios realizados por Los fabulosos medios de captación de que dispone en nuestro tiempo la propaganda manejada sin escrúpulo por los Estados.

¿Noticias falsas? ¿Propaganda en lugar de información?
El Gobierno había salido hacia Tours hacía dos días.
Jean Prouvost, director y propietario de Paris–Soir, había entrado en el Gabinete como Ministro de Información cuatro días antes. A última hora de la tarde del 10 de junio, recibió a los corresponsales americanos. "Independientemente de lo que pueda ocurrir", dijo, "el Gobierno no abandonará París. Les sugiero que se queden aquí también, señores".
El Ministerio de Información se encontraba en el Hotel Continental. Me encontré con varios periodistas americanos en el vestíbulo. La situación parecía algo mejor ahora, me dijeron.
Jean Prouvost estaba solo en el amplio salón que le servía de despacho privado. A la dura luz eléctrica, parecía muy pálido.
"Jefe", le dije, "dígame, ¿se va el Gobierno o no? Acabo de ver a los corresponsales americanos..."
"Me obligaron a hacer una estupidez", dijo. "Me dijeron que anunciara que nos quedábamos, cuando sabíamos perfectamente que estábamos a punto de irnos. Sí, nos vamos. Pero no nos vamos de verdad, sino que huimos. Estamos huyendo. Oh!, ¿por qué acepté entrar en el Gabinete?" 

¿Quién era Jean Prouvost? ¿Y cuál era su historia?
Responder la pregunta con el mínimo decoro me llevará otra buena tanda de líneas. Avanzaré de ellas algunos trazos. 
El magnate de la prensa francesa, patrón del grupo encabezado por Paris—Soir, el diario de mayor tirada por esos días, entró en el gabinete de Reynaud. Trabajó en su seno por que fueran escuchadas por el gabinete las propuestas del General Weygand —"el único que sabe la realidad de lo que sucede"; votó a favor del armisticio en la tarde de aquel domingo mansamente trágico, y formó parte del gabinete Pétain, que le nombró Alto Comisario para la Información...

2022/04/05

[147] BALZAC, HAVAS, PERIÓDICOS, VENALIDAD, DESINFORMACIÓN...

El pueblo, que se considera el más inteligente del mundo, está siendo engañado de la manera más burda.

Hurgando en esa grandísima caja de Pandora que es la red (aquí, a lo mejor la imagen está mal traída) me topo con una perla.

"En un pasaje al que se ha prestado muy poca atención, Honoré de Balzac señaló que la Agence Havas era una grave amenaza para la independencia de la prensa francesa:

El público puede creer que hay varios periódicos. Pero, en realidad, sólo hay un periódico.

En la calle Jean-Jacques Rousseau de París hay una oficina dirigida por Monsieur Havas, ex-banquero, ex-co-propietario de la Gazette de France, ex-co-asociado en una empresa formada para explotar las licencias concedidas por Napoleón en la época del bloqueo continental. Monsieur Havas ha visto pasar muchos gobiernos. Tiene un profundo respeto por los hechos, y ha expresado poca consideración por los principios. Ha servido fielmente a todas las administraciones que se han sucedido. Los hombres pueden ser diferentes, pero él sabe que la mente humana nunca cambia, y que la opinión pública siempre debe ser moldeada en la misma dirección.

Nadie -ningún ministro y ningún periódico de la oposición- puede obtener ningún beneficio por denunciar a la Agencia de Monsieur Havas. Por eso Monsieur Havas tiene corresponsales en todo el mundo; recibe todos los periódicos de todos los países del mundo, y es el primero en recibirlos. Además, sus oficinas están en la calle Jean-Jacques Rousseau, frente a la Oficina General de Correos, por lo que no se pierde ni un minuto.

Todos los periódicos de París, en aras de la economía, han decidido prescindir de los gastos que el Sr. Havas ya realiza, sobre todo teniendo en cuenta que ahora tiene el monopolio; y todos los periódicos han abandonado la costumbre de traducir de los periódicos extranjeros y de mantener a sus corresponsales en el extranjero, ya que ahora pagan al Sr. Havas sumas mensuales para que les suministre, a horas determinadas, todas las noticias extranjeras. Sin que ellos lo sepan, los periódicos sólo reciben la información que el Primer Ministro está dispuesto a hacerles publicar. Si hay veinte periódicos, y si pagan una media de 200 francos al señor Havas, éste recibe 4.000 francos mensuales de sus suscriptores. Pero recibe 6.000 del Ministerio. ¿Comprenden ahora la razón de la patética uniformidad de las noticias extranjeras en todos nuestros periódicos? Cada periódico se limita a colorear, en blanco o en verde o en rojo o en azul, la noticia recibida de Monsieur Havas, el "Jack of all-trades" de la prensa: En este sentido, por lo tanto, sólo hay un periódico, preparado por él, y que sirve como fuente de información para todos los demás...

Del mismo modo, Monsieur Havas se ocupa de la prensa de provincias. Así, como sólo hay un periódico en París, sólo hay uno en los Departamentos. Monsieur Havas es el testaferro del Ministerio. Y así es como funciona esta inmensa máquina llamada periodismo. Es tan simple como el mecanismo de un rôtissoire al que hace dar vueltas un caniche adiestrado.

El pueblo, que se considera el más inteligente del mundo, está siendo engañado de la manera más burda."

La desinformación, 5º jinete del Apocalipsis

Quien refiere a Balzac es otro periodista galo un siglo posterior a él.

"La dirección de Le Soir," –uno de los primeros periódicos en los que trabajé regularmente, "dio con algo nuevo: en los teatros y salas de cine, el periódico se distribuía gratuitamente, junto con el programa. Por supuesto, esto aumentó la circulación, pero era difícil ver cómo este dispositivo podía contribuir a los ingresos del periódico. Además, nunca hubo publicidad. Entonces, ¿cómo se las arreglaba Le Soir para existir? Pronto lo descubriría. Uno de mis jefes no tardó en iluminarme. "Sabe, P.”, me dijo, “cuando yo tenía su edad, pensaba que bastaba con escribir un buen artículo para que algún periódico estuviera dispuesto a pagar un buen precio por él y a publicarlo. Eso es lo que solía pensar. A los jóvenes como tú hay que decirles cómo están las cosas. Por ejemplo, acabo de escribir tres artículos sobre Rumania. Artículos realmente buenos, llenos de revelaciones sensacionales, cuidadosamente revisados; artículos en los que puedo decir que ataqué con valentía la extraña conducta de algunos de los ministros rumanos. Como queríamos estar absolutamente seguros de la autenticidad de todas las afirmaciones de estos artículos importantes, los presenté para su comprobación final al embajador rumano. Se quedó con los manuscritos durante unos días y luego pidió a uno de nuestros directivos que fuera a verle. Los artículos eran muy interesantes, dijo el Ministro. Añadió que el Gobierno rumano estaba muy agradecido por esta valiosa información. Sin embargo, el Gobierno solicitó, como favor personal, que pospusiéramos la publicación de este material, por el momento. A continuación, para concluir -y a propósito-, el Ministro informó a nuestro director de que el Gobierno rumano había decidido conceder a nuestro periódico un contrato bastante atractivo para la publicidad de los hermosos paisajes de la campiña rumana... . . Así que ya ves, P., lo que pasó. Por estos tres artículos, que nunca se publicarán, recibí más dinero del que he recibido por cualquier material publicado en mi vida. Y, gracias a esta ganancia inesperada, podré pagarte tu sueldo a fin de mes. Para que veas lo que pasa en este negocio".

 Desde la época de Balzac hasta la actualidad, este estado de cosas se ha ido agravando constantemente. En más de una ocasión, la Agencia Havas, que recibe subvenciones de decenas de millones de francos del Gobierno y que ha sido designada oficialmente para encargarse de la propaganda francesa en el extranjero, ha atacado directa y abiertamente la política del Gobierno, a petición de algunos clientes importantes. Mejor aún: Havas dio ocasionalmente apoyo financiero a varios periódicos abiertamente hostiles al régimen. 

 Un simple despacho de Havas bastaba para sembrar el pánico en la Bolsa, o para poner en marcha un movimiento en el Parlamento que podía conducir a la caída del Gobierno, a los disturbios o incluso a la guerra. ¿Quién, entonces, se habría atrevido a atacar estos males? ¿Quién estaba en condiciones de denunciarlos? De todos los venenos que ejercen su influencia sobre la opinión pública francesa, la Agencia Havas era seguramente uno de los más virulentos. Y este veneno caía a menudo en terreno favorable."

Apunto un par coincidencias como anécdota final: una, que hace poco vi Las ilusiones perdidas, película basada en la novela homónima de Balzac que da cuenta de las cosas del periodismo de la época; otra, que, al indagar acerca de Chaves Nogales, volví a leer su empleo en Havas en junio de 1940, el momento de la caída de Francia.

De los periódicos de hoy en día en España, ni idea, qué quieren que les diga. 

Lo que sí sé es que alguien, una vez, se encontró una persona virtuosa en una casa de lenocinio, pero nadie sabe dar referencia de quién, dónde y cuándo. Puede que sea también cosa de la mitología griega.

También sé que Geneviève Tabouis, periodista francesa destacadísima, se percató por entonces, y avisó a sus compatriotas, de que el nazismo significaba un intento de revolución mundial, y que Francia estaba en terrible peligro. Se lo he leído al corresponsal de la CBS en París durante los años 30.

Revolución mundial... totalitarismo... desinformación... embrutecimiento... sometimiento... ¡por falta de quintetos del apocalipsis no será!... Todo tiene una pinta de déjà vu bastante maloliente...

[196] "LA DERROTA DEL CONOCIMIENTO" (O, MEJOR, AL SOMETIMIENTO POR EL EMBRUTECIMIENTO)

    “…mi profesión nada confusa, sin comprender cuál es su cometido, transformada en mero servicio de guardería la más de las veces...”   ∞:...