21 DE JUNIO DE 1940. CHAVES NOGALES, EN EL SAVOY (II)
4. El SS Nariva y el SS Madura* fueron los dos barcos de pasajeros a los que se refería el embajador Campbell. Cox refiere la presencia en el segundo de
Embajadores, ex-primeros ministros, ex-ministros del gabinete de Francia, Holanda, Bélgica, Polonia, periodistas, la banda de la Riviera, funcionarios de los bancos, británicos dispersos de toda Francia, y hombres y mujeres franceses que, o bien temían a los nazis, o estaban, como Eve Curie, decididos a continuar la resistencia…
(* SS, acrónimo de steamship, barco de vapor)
Werth hace gala de su singular humor al escribir que
Todos los huevos parisinos de Fleet Street y Printing House Square, y de Cross Street, Manchester, estaban puestos en una cesta. Se me ocurrió que, si el barco se hundía, la prensa británica perdería de un plumazo a todos sus expertos franceses. ¡Qué solución más fácil para el problema de encontrarles trabajo en Londres!
Y menciona a numerosos colegas que, de entre el pasaje que abarrotaba el SS Madura, eran a quienes mejor conocía. Por fin,
a las 6 (de la tarde, hora local) del 18 de junio zarpamos... A cierta distancia, en el tranquilo mar lila, había otro barco amarillo con una cruz amarilla y, al otro lado, la silueta oscura y tranquilizadora de un pequeño destructor.
5. El SS Madura era un mercante que cubría ruta con origen en Beira, Mozambique. En aguas francesas recibió la orden de desviarse y fondear en Le Verdon. Allí, entre la tarde del 17 y la mañana del 18, embarcaría 1370 refugiados de diferente procedencia que se sumaron a su reducido pasaje ordinario y a la tripulación, un total de 137 personas.
Al hacerse a la mar la tarde del 18, navegará en el seno de un convoy del que forma parte el SS Nariva, otro transatlántico P&O en el que había funcionarios de la Embajada, el MTC **, varias tropas británicas y algunos refugiados estrella como Madame Tabouis –pude ver su delgada figura apoyada en la barandilla– y a Pertinax, según el relato de Cox.
(**el Mechanised Transport Corps, organización civil femenina, uniformada, que proporcionaba conductores a los departamentos gubernamentales y otros organismos)
Ficha-registro de las navegaciones del Nariva. "Special Route" |
Al poco, las 19h25m (hora inglesa), el HMS Whirlwind recibe del HMS Arethusa la orden de interceptar y escoltar al Madura y al Nariva. Sus destinos respectivos, Falmouth y el Canal de Bristol.
El 19, el HMS Whirlwind informa a las 20:25h de la hora estimada de llegada del Madura a Falmouth con sus 1370 refugiados: las 10:30h del 20, y de que el Nariva navega con 265 refugiados. El 20, a las 9:35h, comunica que escolta al Nariva a Milford Haven (primera vez que se señala de manera expresa el destino del mercante, posiblemente por la diligente protección que se procuró para su pasaje); a las 10:02h lo hace de su llegada.
Apenas media hora después, tras informar de que algunos miembros del Gobierno polaco eran evacuados en el HMS Arethusa, el British Naval Liaison Officer (B.N.L.O.) abandona Burdeos, y el Garona es entregado a los franceses.
En Milford Haven, el selecto grupo de refugiados de la prensa, desembarca en la mañana del 21 Son recibidos por funcionarios del Foreign Office que les conducen a una cantina próxima en la que una placa recuerda que Nelson partió hacia Trafalgar desde allí... Tras el té de rigor, tomarán el tren con destino a Londres-Paddington.
Por la noche llegamos a Londres, a una estación de tren muy iluminada. La Blitzkrieg aún no ha comenzado, y el apagón aún no se respeta. Depositada frente al Hotel Savoy, me encuentro un poco como en casa, relata Tabouis.
6. Con todo, y pese a mi denodado empeño, no he conseguido averiguar todo lo pretendido. En particular establecer la composición exacta del grupo de pasajeros selectos del HMS Berkeley. Tampoco, en consecuencia, la del Nariva: son dos datos bien esquivos.
Bien que lo siento porque, personas del mundo de la prensa tan destacadas como Emery Reves, agente literario del Premier Winston Churchill, o el ya referido William Forrest, vivieron el mismo trance, del que ofrecen indicios bien evidentes:
Cuando embarqué en un destructor británico en Burdeos no se me permitió llevar conmigo más que un cepillo de dientes y un pijama,
escribió Reves al gran historiador, y biógrafo de Winston Churchill, Sir Martin Gilbert, lo que apunta de modo inequívoco a su embarque en el Nariva: los pasajeros del Madura pudieron llevar su, supongo, exiguo equipaje.
Me dirigí a Burdeos (desde Libourne) y llegué justo a tiempo para escuchar la declaración de solicitud de armisticio de Pétain… Todos mis colegas ya habían salido de Burdeos …, pero la Marina —última esperanza de los británicos varados en todas partes— seguía allí, bajo el aspecto de un flamante destructor. Con otros refugiados de última hora fui llevado río abajo en el barco de Su Majestad y transferido a un carguero…
relata Forrest en la crónica que, el 25 de junio, publica el London News Chronicle tras su regreso. Como me resulta manifiesto que los Chaves y compañía no fueron refugiados de última hora, no queda otra que asignar a Forrest al Madura, lo que ratifican algunos comentarios anecdóticos de esa crónica referida suya.
...
Desde las ventanas del Savoy, Chaves debió contemplar un Támesis muy concurrido, es la vista que evoca Marcel-H. Jaspar:
En el Savoy, en el que nos acomodamos, los empleados estaban tan ocupados como siempre y el servicio era impecable. Bajo nuestras ventanas, el Támesis ofrecía su permanente espectáculo de rio « very busy ».
Acabo. No dispongo de la certeza, pero sí de la seguridad absoluta de que Chaves también recibió la noche del solsticio de verano esa magnífica acogida londinense: todo apunta a ello; creo que nada lo hace en contrario a la luz de lo que muestro.
De lo que sucedió el 22, y días sucesivos con todos ellos, nada puedo decir, salvo que no me cabe duda de que la atención que se les prestó estuvo a la altura de todo el esfuerzo realizado para lograr, con éxito, ponerlos fuera de la más atroz barbarie, la surgida del tintero alemán, en expresión de Alexis de Tocqueville pronunciada casi un siglo antes.
PS. La BnF me comunicó el pasado 21 la inminente incorporación a su base de datos del aportado en relación a la fecha de fallecimiento de Élie-Joseph Bois.
Gracias, Fernando, por tu esfuerzo a la hora de seguir los pasos de Chaves en su llegada al exilio de Londres. Las personas que citas son las que estuvieron cerca de él en estos pasos. Tu teoría es verosímil, aunque no tengamos datos más precisos, que yo tampoco he sido capaz de encontrar, hasta la fecha. Un abrazo y seguimos.
ResponderEliminarMuchas gracias Maribel por hacerte presente.
ResponderEliminarNo puedo renunciar a mi formación de físico y al método que le es propio, el aplicado al caso.
Lo que propongo acerca de la llegada de Chaves a Londres bien puede entenderse como en una teoría, es decir, algo pendiente de verificación. En tanto ofrezca coherencia interna, y no surjan elementos que la echen por tierra, es la mejor explicación de los hechos dada hasta ahora, dicho sea sin jactancia alguna. Para corroborarla, bastaría con disponer o bien de la lista de pasajeros de el HMS Berkeley o bien de la del SS Nariva, que sospecho coinciden por completo dado el carácter -"special route"- de ese viaje del mercante.
Sucede que yo ya he llegado al límite de mis posibilidades; conseguir esa relación solo está el alcance de algún entusiasta (como yo creo haberlo sido en este año y medio que llevo indagando sobre el asunto) que pueda realizar la búsqueda in situ, en el propio Reino Unido, desenvolviéndose allá con soltura y acudiendo en persona a aquellos archivos en los que esa relación pudiera permanecer guardada. De que existe, no me cabe ninguna duda, aunque no pueda ofrecer la certeza...
Ante el sepulcral silencio de la "academia" erigida en torno al maestro de reporteros sevillano, y el ninguneo subsiguiente de mis modestas aportaciones, tus comentarios son muy de agradecer.
Un abrazo. Seguiremos.
¡Enhorabuena por el esfuerza!
ResponderEliminarEstimado comentarista, lamento no saber a quién poder agradecer esa efusión, si se me permite el término; ¡son tan escasas las concurrencias a este apartado, como para no merecer mi gratitud!.
EliminarAcaso el anonimato, y no se tome esto por reproche, nos impida un intercambio algo más amplio y enriquecedor en torno a ese grandísimo cronista que fue Chaves Nogales. En todo caso, gracias.