... su silencio -acerca de la suerte de los de 'la retirada'- estremece y admira, pero no me cabe duda de que tuvo que mellar su fortaleza de ánimo
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En algún momento me he referido al silencio de nuestro reportero sobre la inicua conducta del Gobierno Daladier para con los más de 400.000 refugiados españoles que conformaron la llamada Retirada de febrero de 1939.
Primero, se encontraron cerrados los pasos fronterizos del NE de España, los de Le Perthus y Port-Bou, por ejemplo, ante los que una ingente masa humana se vio retenida. Solo el clamor de la opinión pública doblegó la infame voluntad gubernamental francesa: la frontera se abrió, al fin, al cabo de unos días (que no sé precisar en este momento).
A continuación, los derrotados en una cruenta guerra fratricida lo volvieron a ser nada más cruzar la frontera -llamarla civil, por mucho que guerra civil sea un giro reconocido por el DA, me desgarra-. La incuria más absoluta ante un hecho claramente previsible, la más absoluta falta de previsión o descuido deliberado, les procuró un trato espantoso a muchos de ellos, hombres sobre todo, pero también a esposas, acaso con sus hijos, que decidieron correr la misma suerte que sus parejas.
Un ejemplo bien conocido es el del 'campo de concentración' de Argèles sur Mer (a 10 km. al N de Port Bou, en línea recta), un recinto delimitado por alambradas de espino y el mar: entre ambos elementos, la arena de la playa. No había más; nada. Bueno, sí, pero en el exterior, los gendarmes -o el cuerpo de guardia que fuera, vigilantes.
Al de Argèles fue a parar mi abuelo, Vicente Grau Mañanet (Graus, 1896-Montauban, 1982) y dos sobrinos suyos -es decir, primos carnales de mi madre Isabel-, los hermanos Teótimo y Antonio Sesa Grau, también grausinos. Fueron entregados como 'obsequio' -objeto de sacrificio- al verdugo alemán, y encontraron la muerte en uno de los campos de exterminio de la barbarie nazi, el de Gusen. Esa es la historia a ras de suelo.
Arcadio Chaves Nogales fue confinado, según señala su hermano, en el campo de concentración de Vernet (Ariège, a unos 50 km. al SSE de Toulouse); un sobrino de ambos, Manuel García Nogales, lo estaba -al parecer, en el de Saint Cyprien (a unos 5 km. al N de Argèles). Digo al parecer porque no conozco su paradero original, pero sí, como señala el 2º de los documentos que aparecen poco más abajo, que en el momento de su liberación ambos se hallaban en ese campo, quizás agrupados ex profeso.
Manuel Chaves, conocedor de la suerte de Arcadio, solicita al Sr. ministro del Interior (1) el hacerse cargo de su hermano. Lo hace el 9 de marzo de 1939; el 28, el Prefecto del departamento de los Pirineos Orientales responde al Sr. ministro del Interior y, de acuerdo con las instrucciones de su escrito del día 21, le comunica su autorización a que Arcadio Chaves y Manuel García abandonen el campo para ir a París, a casa de su hermano y tío.
Detalles de los escritos en cuestión |
(1) Añado hoy, 22.02.2024, este pasaje.
La cartera la desempañaba en aquel momento Albert Sarraut. Wikipedia ofrece una semblanza de la que extraigo lo que sigue: Diputado Radical-Socialista..., ministro del Interior en varias ocasiones, disuelve Acción Francesa (escuela de pensamiento y movimiento político francés nacionalista y realista de extrema derecha), instaura en el gobierno Daladier la política de 'discriminación' de los 'indeseables' y abre los 'campos de internamiento', en los que morirán decenas de millares de republicanos refugiados de la guerra de España, y de 'judíos' fugitivos de la Alemania nazi. En junio de 1940 vota plenos poderes para el mariscal Pétain. (Los entrecomillados añaden en la fuente https://fr.wikipedia.org/wiki/Albert_Sarraut llamadas a pie de página)
El final de mi relato es un artículo de Manuel Chaves Nogales ilustrado por una foto del campo de concentración de la vergüenza, uno más, el de Argèles, publicado poco después, el 1 de mayo.
No soy capaz de imaginar el desgarro interior que tuvo que sufrir nuestro insigne compatriota en su infortunio; lo cierto es que su silencio al respecto estremece y admira, pero no me cabe duda de que tuvo que mellar su fortaleza de ánimo cuando aún le aguardaban 14 meses de estancia en Francia, estancia que acabó en auténtico cauchemar.
NOTA. El lector debe disculpar las tachaduras de las imágenes; al menos le pido que lo haga. Sucede que este soporte no es una revista científica, ni el texto aduce tal carácter, por rigurosa que sea su elaboración, que lo es. Sucede también que en el entorno de Chaves, del personaje y de su obra sobre todo, no faltan quienes se jactan de meticulosidad, en sus hechos y en sus propósitos. Pues bien, que hagan uso de su esmero y que presenten sus resultados como les venga en gana; mi opción es la que es.
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NOTA PUBLICITARIA. Deseo informar aquí de la publicación de mi traducción de El Antiguo Régimen y la Revolución (ISBN 9788409368433), el gran clásico de Alexis de Tocqueville, según la versión de su primera edición en 1856.
Incluye por ello dos notas habitualmente omitidas en las traducciones existentes, de las que destaco los 'Impuestos feudales que perduraban en el momento de la Revolución, según los expertos de la época', ya que Tocqueville señala la secular desigualdad de los franceses ante el impuesto como una de las causas de las que surge 1789.
Actúo en calidad de traductor/editor/publicista/comercializador... de una obra disponible en librosefecaro@gmail.com, en relación directa con el lector o librero artesano interesados en ella. También la ofrezco en Amazon-books (si bien en mi edición la impresión final estuvo bajo control, en la plataforma on-line ello no está a mi alcance). En España, la web todostuslibros.com publicita algunas de las escasa librerías que disponen de ejemplares a la venta.
En mi propósito de favorecer en lo posible la difusión del pensamiento y obra de Alexis de Tocqueville -alguien lo tiene que hacer-, he optado por una vía editorial que si bien me ha permitido establecer un PVP (20€/ud., envío a territorio peninsular incluido. Otros destinos, gastos de envío a determinar según lugar) imposible en un sistema de distribución al uso, limita sobremanera el canal comercial, sin menoscabo de una presentación final de una calidad más que aceptable.
GRACIAS, FERNANDO, por tu generosa información, que no se puede reportar en su totalidad por las razones que aduces, pero a mí me confirma la noticia que ya tenía editada del rescate por parte de Manuel de su hermano José Arcadio del campo de refugiados, y su marcha conjunta a la casa familiar de París, donde se incorpora a la redacción de Sprint. Tus documentos vienen a confirmar la información que me proporcionó Pilar Chaves. Un abrazo. Maribel Cintas.
ResponderEliminarQuerida Maribel. Muchas gracias por tu comentario, que añade el dato -desconocido para mí, de esa incorporación a Sprint. La parquedad de Manuel Chaves, en lo relativo a su vida personal, supone todo un reto en el que, poco a poco, afloran algunos datos aislados, como este al que nos referimos. Si el texto del artículo de periódico -más de 1500 palabras aún no traducidas por mí, aportara algún comentario de interés respecto de 'la Retirada' -cosa que dudo dada la relación de Chaves con el Gobierno francés vía Quai d'Orsay/Havas, la daré a saber, no te quepa duda. Un abrazo
EliminarBuen día, Fernando. En efecto, J. Arcadio se incorporó a la familia tras volver del campo de refugiados rescatado por Manuel, y comenzó a colaborar en Sprint, la estafeta que recogía y divulgaba noticias de los exiliados y de la marcha de la guerra en España. Muy temprano se repartía por las embajadas, por alguien de la familia que hacía en reparto en bicicleta. Esa conocida foto de la bicicleta es de París. La situación en Londres a partir de 1940 no estaba para pasear en bicicleta.
EliminarPor lo que puedo vislumbrar del artículo, no lo conozco, por lo que sería interesante que ofrecieras la traducción o el texto al menos, para tener alguna noticia de Chaves que, en ese momento, exiliado en Francia, pudiera ser de interés. Gracias y abrazo.
Gracias Maribel, por tu añadido.
EliminarEl artículo, elaborado al poco de que acabara la guerra fratricida, pone el énfasis en la penetración e influencia de la Gestapo en el Gobierno de Burgos. En el recuadro de presentación del autor ya se destaca como 'los alemanes son los verdaderos amos/dueños de España'.
En lo que concierne a los campos de concentración franceses, Chaves no se sale de lo que cabía esperar: señala simplemente que unos 300.000 milicianos españoles esperan ser entregados a Franco. Como esto no sucedió, en una próxima entrega daré noticia del transcurso de la historia al respecto, aportando un documento que creo inédito.
Un pasaje que me ha llamado sobremanera la atención dice así: "Sobre la base ... de las facilidades ofrecidas por el sistema de trueque derivado de la expansión alemana en Europa oriental, que permite al bloque autárquico constituir un sistema económico casi cerrado al lado de los regímenes liberales, el Gobierno de Burgos podría hacer lo que las potencias democráticas consideran imposible, es decir, eliminar el capitalismo liberal en la península y erigir en el límite extremo de Europa occidental un Estado hostil a las grandes potencias occidentales."
A mi juicio, ese estado hostil es, precisamente, el que se está erigiendo de un tiempo a esta parte en la España de nuestras desdichas.