[46 rev] SR. DUQUE, ¡VÁYASE, POR FAVOR!

Sr. Duque: a Ud. no cabe atribuirle ni deshonestidad moral, ni intelectual, ni mendacidad... *

Las conductas humanas pueden explicarse perfectamente considerando los 3 elementos que las impulsan: codicia, egoísmo y vanidad. De ese cóctel en proporciones variables surgen los hechos humanos.

Por muy extraño que parezca, el común de los españoles confunde votar con elegir y una democracia con un tinglado de votaciones periódicas.

El común, y la inmensa mayoría de los restantes, no conciben que un sistema de distritos electorales unipersonales asegure el hecho sustantivo de la representación. Y que tal sistema hubiera hecho imposible que hubiera sucedido lo que ha sucedido .

Tampoco que el 56.3 de la “Constitución del 78” (entrecomillado porque no es tal, sino una carta otorgada), el artículo que proclama la inviolabilidad del Jefe del Estado, es el paraguas que cobija a todos, por muchos delitos que cometan.

Pues bien, por obra y gracia de la degenerada oligarquía de partidos, los que elaboran las listas cerradas y bloqueadas de los actores de reparto en la timba y promueven a quienes careciendo de soberanía personal encarnan la soberanía nacional (¡toma ya!), tipos como el Sr. Sancho llegan a donde llegan.

Así que caí en la perplejidad al saber que el Sr. Duque, D. Pedro, aceptó participar como destacado comensal en la orgía de poder del Sr. Sancho, el escudero de separatistas, supremacistas, filoterroristas, estalinistas,... de todo tipo y condición, periféricos o mesetarios, litorales y de dehesa, como el P.Iglesias. ¿Qué diantres se le ha perdido ahí?, me dije.

PEDRO DUQUE, ENTRENADO EN TODA SUERTE DE PIRUETAS

El Sr. Duque está en las antípodas de Sancho: uno no consigue una Ingeniería Aeronáutica, pre-Bolonia, entrenando al baloncesto. Las exigencias a satisfacer para formar parte de una misión en la Estación Espacial Internacional requieren una dedicación de tal intensidad que sólo resulta comparable a la que Sancho prestó a la elaboración de su tesis...

Apenas 4 meses después es patente que Sancho falseó su CV aduciendo un doctorado que se evidencia “cum fraude”, por plagio y por notoria ausencia de las tareas propias de un doctorando en trance de elaborar su tesis.; es decir una supina deshonestidad y estafa intelectual.

Es patente que ya han caído 2 ejemplares del gabinete a los que el Sr. Duque hacía compañía el 07 de Junio pasado. Y que la Ministra de Justicia, nada menos, está en la cuerda más que floja por la evidencia de su conducta mendaz. Y de paso ha dejado a su colega judicial, el Sr. Marlaska, al borde del precipicio.

Sr. Duque: a Ud. no cabe atribuirle ni deshonestidad moral, ni intelectual, ni mendacidad. Y es evidente que en la misión que llevó a cabo en la EEI gozaba de mejor compañía que la que ofrece la mesa del Consejo reunida los viernes.

La pregunta es sencilla: ¿qué diantres hace Ud. ahí y con ellos?

Así que cuanto antes de el paso, mejor. Muchos españoles se lo agradeceremos.

* Apenas 24h después de publicar esta entrada, surgen evidencias de que la Ministro de Justicia, Dolores Delgado, ni denuncia ni persigue algunos delitos que llegó a conocer. 

Y al Sr. Duque se le imputa una conducta fiscal fraudulenta. 

Era patente su vulnerabilidad política apelando al decoro y a la decencia intelectual (suponiendo que los atesorara en alguna medida); otra cuestión era quién de la escena política podía encabezar la acometida. Tan patente como para que si te convocan a una orgía de poder es porque no desentonas con el resto de comensales: eres uno de ellos.

Y vista la iniquidad de la que surgió el gabinete Sancho, presuponerle al Sr. Duque ciertas virtudes es de una palmaria ingenuidad que vengo a reconocer sin más dilación.