De modo inesperado, he dado con un texto periodístico en español en el que se da cuenta de una anécdota protagonizada por J. Camba, en relato de Chaves Nogales. Lo publicó La Opinión, diario californiano de Los Angeles, el día 8 de mayo de 1938.
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En [193] ofrecía una aproximación muy elemental a la relación que se dio entre D. José Ortega y Gasset y M. Chaves Nogales en la década de los años 30 del pasado siglo (ambos coincidieron en su exilio parisino desde diciembre de 1936 hasta que Ortega viaja a Buenos Aires. En FONDO DOCUMENTAL MARINO GÓMEZ-SANTOS se detallan los pasos parisinos de Ortega, de entre los que destaco el que, en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial y junto a su mujer e hija, le embarcará en Cherburgo con destino Argentina).
Un lapsus de memoria me hizo evocar la presencia de Julio Camba en el jurado que premió a M. Chaves Nogales con el Mariano de Cavia, en su edición de 1927. La cosa era muy otra, la noticia del 12 de mayo de 1928, en la que el ABC informa del fallo del jurado, ocupa 3 páginas, la última compartida con un texto corto del gallego, "Los pintores sordomudos".
Pero parece fuera de toda duda que por su ejercicio de labores periodísticas, Chaves y Camba tuvieron que coincidir/discrepar en más de una ocasión y una cuestión. Desde luego que muy severamente en lo relativo a la 2ª República realmente instaurada (de la que desconozco si se formuló un enunciado en el que sus atributos quedaran perfectamente establecidos en positivo, no en cuanto negación genérica -a modo de enmienda, de la realidad política preexistente).
Y desde luego, también, que solo un estudio comparado y docto de sus textos, en la época, puede establecer una visión certera de sus tesis y caminos; ni este es el lugar adecuado, ni yo la persona más indicada pera hacerlo, es palmario que adolezco de falta de idoneidad.
Ahora bien, ello no me impide señalar lo que también es palmario: el rechazo que ante esa 2ª República realmente instaurada manifestó de inmediato Camba. Contrasta con la adhesion mostrada por Chaves hasta que tomó el camino del exilio, cuando ya la barbarie se hubo desatado y desbocado; corría el paso de noviembre a diciembre de 1936, si no me equivoco.
En "Haciendo de República", recopilación de artículos de D. Julio editada por vez 1ª en 1934, en Espasa-Calpe, Madrid, en el último, La república contra la República, no fechado, Camba se expresa de modo inequívoco, inapelable, y rotundo:
“La República es el fenómeno más desmoralizador que se ha producido en España desde hace muchísimo tiempo... Antes, cuando la República no era nada, lo significaba todo para nosotros... Ahora, en cambio, cuando lo es todo, no significa absolutamente nada más que la presencia física de unos señores determinados en el lugar que anteriormente ocupaban otros. La República nos dejó sin República, como si dijéramos. Nos quitó la gran ilusión republicana, y esto es, en resumen, todo lo que ha hecho.”
Pero de lo que trato aquí no es ahondar en la cuestión esbozada, sino dar cuenta de un inesperado hallazgo periodístico en el que se reseña una anécdota, con Julio Camba por protagonista, en relato de M. Chaves.
La refiere un artículo publicado en el diario californiano de Los Angeles, La Opinión, el día 8 de mayo de 1938, bajo el epígrafe Anecdotario, acogido en el seno de la página humorística del diario, la 11 en esta ocasión.
Ofrezco del mismo una composición, en la que la mancheta del periódico, evidentemente, no se corresponde con la fecha del artículo reseñado.
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Composición de elementos del diario La Opinion, Los Angeles, California, 1938 |