2018/06/28

[45] EN LA ESTELA DE M. CHAVES NOGALES [2ª PARTE]

A LA BÚSQUEDA DEL TOCÓN...
4. Chaves conocía más que de sobras la condición de las personas y sabía como se las gastaban sus compatriotas, como aquellos que componían “el consejo obrero” de Ahora. Quienes desposeyeran a sus legítimos propietarios de la cabecera, se arrogaran sus funciones y, entre otros desafueros, promovieran a Chaves al puesto de "camarada director" por un tiempo...
La miseria prosigue. Mis compatriotas, por lo general, siguen sin soportar la inteligencia singular, que se manifiesta como libertad de discrepar, de pensar y decir; la libertad de criterio bien sostenido que Chaves Nogales evidenciara en sus textos.
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Vuelvo a La agonia …, salpicada de pinceladas netamente liberales, orteguianas, credo en el que desembocó definitivamente quien en época de juventud manifestara alguna veleidad de otro cariz: "Cumplo sin embargo con mi débito esparciendo en cuanto escribo ese difuso sentimiento comunista que me anima" [A sangre y fuego..., Austral, 2011. Prólogo de Ana R. Cañil, p.17. Nada más lejos de mi pretensión el sembrar brumas; no me es posible caer en el burdo error de enjuiciar: lo que esa voz significaba en 1928 ni era exactamente igual pocos años después 4 u 8, qué más da, ni mucho menos con nuestra actual percepción, bien empapada de la experiencia del tiempo transcurrido. El espíritu de “querer creer” de Chaves ¿quién no ha querido creer en años de juventud? , también lo aprecio en La vuelta a Europa en avión, Libros del Asteroide. Barcelona, 2014; y me parece del todo honesto comentarlo como nota de mero carácter informativo/circunstancial]
"Nunca una catástrofe nacional se ha producido en medio de una mayor inconsciencia colectiva."... "Cuento lo que he visto y lo que he vivido más fielmente de lo que yo quisiera"... "Porque la única verdad de la decadencia de las democracias radica en el hecho innegables de la rebelión de las masas..." ... o "Hasta ahora no se ha descubierto una fórmula de convivencia humana superior al diálogo, ni se ha encontrado un sistema de gobierno más perfecto que el de una asamblea deliberante, ni hay otro régimen de selección mejor que el de la libre concurrencia. Es decir, el liberalismo, la democracia.", 
son párrafos que muestran el genuino Chaves, el de madurez. 
Y que no ofrecen duda alguna del sentir del maestro Chaves, que estuvo en ello, periplo que le condujo a filiarse a tales principios. Cosa bien natural, por cierto, en el chico que a los catorce años acompañaba a su padre José, en Sevilla, a la redacción de El Liberal [mediada la década de los 20, Chaves es redactor en el diario y, a finales de la misma, uno de los firmantes de una carta–manifiesto en la que varios intelectuales transmiten a Ortega y Gasset su propósito de formar un grupo "de genérico y resuelto liberalismo"].
En realidad 
"... la cosa mínima que pretendía sacar adelante... mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y a la crueldad..." "... Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España... los caldos de cultivo... nos los sirvieron de los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín... Después de tres siglos de barbecho la tierra feraz de España hizo pavorosamente prolífica la semilla de la estupidez y la crueldad ancestrales...".
Bien sabía de qué hablaba, repito. Como corresponsal de su periódico había visitado Moscú, Berlín y Roma; conocía pues las mimbres con las que se urdían bolchevismo y fascismo [ideologías tornadas enormes máquinas asesinas, con nazismo y estalinismo por nombre; 5 millones de muertos tan sólo con la Shoá a manos de la primera; entre 54 y 110 millones, según las fuentes, víctimas del bolchevismo/estalinismo. Son cifras que espeluznan y que recoge Ryszard Kapuscinski en  El Imperio [Anagrama. Barcelona, 2007]. Un demógrafo, Serguei Maksúdov, aporta la 1ª cifra para el período comprendido entre 1918 y 1953, muertos en la URSS incluyendo las víctimas de las 2 grandes guerras. I. Kurgánov calcula 110,7 millones de muertes en los campos de trabajos forzados, cárceles y frentes de guerra  entre 1918 y 1958. El comunismo, en ninguna de sus variantes –no se puede olvidar su paso por el extremo oriente– ha vivido nada parecido a algo tan simbólico como la "justicia" aplicada en Nuremberg...].
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5. Manuel Chaves Nogales descansa muy en paz en Londres (yo espero que nadie tenga la necedad de perturbar su descanso). Ocupa el lugar CR19, junto al tocón, en el Fulham North Sheen Cemetery.
Mª Isabel Cintas me dio todas las indicaciones precisas para llegar allí, pero quise dar aura de búsqueda/descubrimiento a la localización de la sepultura. Si alguien quisiera visitar ese lugar le propongo este itinerario: en el intercambiador de Hammersmit que tome la línea de autobús 190, que conduce a Richmond. Tras cruzar el Támesis ha de descender en Mortlake Cemetery, parada que queda prácticamente frente a la puerta principal de ese cementerio en la Clifford Avenue.
Hay que cruzar  “Mortlake...”, camposanto de exiguas dimensiones, para salir a la Mortlake Road o South Circular Road. Tras atravesarla se llega al “North Sheen”; una vez allí ya no hay pérdida. [Todo eso lo supe gracias a la amabilidad de un jardinero quien, capaz de comprender lo que trataba de expresarle con mi “jerga a la inglesa”, me acercó a la oficina administrativa de North Sheen, justo al lado, y al NW, de la Capilla, tras lo cual se retiró muy discretamente].
ENTRADA AL MORTLAKE CEMETERY POR CLIFFORD Av.
LIBRO DE REGISTRO DEL NORTH SHEEN CEMETERY/FULHAM NEW CEMETERY

MORTLAKE CEMETERY [D] Y NORTH SHEEN CEMETERY [I].
 LONDRES. [FUENTE: GOOGLE MAPS*]
PLANOS DEL NORT SHEEN CEMETERY, CON DETALLE DE
LA MANZANA QUE ALOJA EL ENTERRAMIENTO CR19 [D]
Alá, en la oficina, dos jóvenes me atendieron con suma afabilidad. Uno de ellos, él, me acompañó hasta el tocón. El 29 de marzo de 2016 ofrecía este aspecto: 
EL TOCÓN QUE ACOMPAÑA AL ENTERRAMIENTO CR19
EN EL LONDINENSE 
NORT SHEEN CEMETERY
 
Ese día culminé un empeño. Tuve la dicha de estar allí, de gozar de unos momentos de una gran e intensa emoción. Y lo he de agradecer al hallazgo de unos amigos generosos –Horacio, Mª Isabel, William, Carmen–, sin cuya guía nada de ello hubiera sido posible.
No olvidaré tampoco la amabilidad de un humilde jardinero y de los dos jóvenes de la oficina administrativa del North Sheen Cemetery, quienes, de manera excepcional, pusieron a mi disposición copia de la "cartografía" del campo santo del barrio y de la manzana que aloja el recuerdo de Chaves.
Ahora, ya lejos, siento que el olvido envuelve el tocón y su contorno con una bruma tan imperceptible como melancólica...; cosas mías. 
Abril, 2016.


Mª Isabel, apenas 24 horas antes de que acabara de escribir estas líneas, me comentó “¿Sabes que Chaves entrevistó a Irène Némirovsky (en Lo que ha quedado del imperio de los zares)?”. Lo cierto es que no lo sabía.

La búsqueda o el hallazgo, ¿qué es lo que importa?  Pues que no lo sé.

NOTA DEL 13MAY2020. Estas 2 entradas sobre Manuel Chaves Nogales están disponibles en   CHAVES_NOGALES_Y_EL_TOCÓN.pdf/file, que no recoge las correcciones o añadidos realizados con posterioridad. 

[44] LEY DE HIERRO DE LA FISCALIDAD...


NOTA DEL 13/09/2023. Una vez comprobado que los enlaces a los que se remite más abajo conducen a un dominio extinguido, me comprometo a editar los textos en cuestión de modo directo, en un plazo breve.

Amigos de DEMOS, un movimiento repúblico en la estela del pensamiento, obra y acción de D. Antonio Gª Trevijano, me solicitaron un resumen de las dos entregas referidas a los impuestos publicadas aquí recientemente.
Tal solicitud ha servido para evidenciar mi incapacidad para resumir, puesto que el resultado ha sido una reescritura, sin duda mejorada a mi modo de ver, de aquellos textos. La nueva redacción ha visto la luz en El Crítico, con el título de Ley de Hierro de la fiscalidad. Impuestos, Estado y Nación.
SINONIMIAS...

Me parece oportuno ofrecer a los lectores que se acercan a estas páginas la posibilidad de acceder a esa reformulación de mis apreciaciones sobre el hecho de la fiscalidad; y me parece que lo procedente es ofrecer los enlaces que les permitan esa lectura que espero resulte de interés.

Con toda cordialidad,
F Caro.























2018/06/24

[43] EN LA ESTELA DE M. CHAVES NOGALES [1ª PARTE]

Una versión de este texto, de redacción básicamente similar, fue remitida hace ya cierto tiempo a sendas revistas literarias, Libros Libres y Leer; también a Luis A. de Villena, por si quisiera acogerla en su web. En ningún caso obtuve evidencia de mínima cortesía; será porque los Olimpos son clubes auténticamente selectos..., o yo qué sé.
Pero dejada constancia del episodio, pasemos hoja y vayamos a Manuel Chaves Nogales [1897, Sevilla; 1944, Londres] que es quien merece reconocimiento.
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PREPARATIVOS
No sé si el par camino/morada al que aludió la santa de Ávila guarda parecido con el de búsqueda/hallazgo; no lo sé. Tampoco si la paráfrasis “lo importante es el hallazgo, no la búsqueda” es enunciado firme o mera –y discutible– opinión; tampoco. Pudiera serlo en el caso que relato, de hallazgos. Y en el de otros episodios que salpican mi discurrir, pero ahí queda, al albur del juicio de cada cual.

1. Horacio Vázquez Rial [1947, Buenos Aires; 2012, Madrid] me favoreció con su generosa, elegantísima y muy inteligente discreción, valga la redundancia – "Caro, la inteligencia es discreta", me dijo D. Ignacio Zumeta [1929, Tolosa (Guipúzcoa); 2008, San Sebastián] en época de bachillerato-, al aceptar condescendiente mi atrevido acercamiento a él.
Horacio no era un ser libre. Me explico, en sentido estricto nadie lo es, pero ni por asomo entraré en tal digresión. Horacio quedó enredado de por vida en la maraña que un día le tendiera la musa de la Literatura, de la que cayó cautivo para siempre: “–Horacio, no me dijiste que esto de escribir creara adicción.... –Ay, amigo...”
Cuando le leí por vez primera en Libertad Digital, nada que ver con la de ahora, tras su firma añadía su dirección de correo. Horacio, todo delicadeza, contestaba las solicitudes que recibía en él. Así lo hallé. 
Y me dispuso en la estela de Manuel Chaves Nogales, de quien oía hablar por vez primera con su reseña de La Agonía de Francia [Libros del Asteroide. Barcelona, 2010] en El síndrome de Vichy  [La Agonía... ha resultado ser mi Chaves favorito, pero sin menoscabo alguno de nada de lo escrito por el sevillano].
MANUEL CHAVES NOGALES, PURO "REPÓRTER"
HORACIO VÁZQUEZ RIAL
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Al poco, Horacio volvió a obsequiar a sus seguidores con una nueva delicia: su reseña de 33 días, de Léon Werth [Veintisiete Letras. Madrid, 2010], en Léon Werth existe. Así que gracias a un hallazgo, y La suite francesa [Salamandra. Barcelona, 2012], fascinante historia relatada con sublime delicadeza por Irène Némirovsky, completaba un tríptico verdaderamente extraordinario.

[Son las tres, a mi juicio, obras “imprescindibles” para todo aquel que desee aproximarse a una instantánea de las gentes y la época, durante ese episodio de sometimiento a la barbarie padecido por nuestros vecinos del norte. Otra batalla más de la vieja y eterna lucha/guerra entre barbarie y civilización, en la que, transitoriamente, parece que esta sucumbe en contra de la evidencia que ofrece el sinuoso avance de la flecha de la Historia. La perspectiva del juicio es esencial; miradas cercanas y locales trastocan la visión nítida de la realidad por aquello de que “los árboles impiden ver el bosque”. Y al maestro Chaves, que acababa de vivir el tremendo episodio de una guerra fraticida en su patria, la circunstancia le abocó a ser testigo de privilegio del desmoronamiento de la Nación francesa en 1940]
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2. Chaves es contemporáneo de un grupo de periodistas que hicieron época, de los que sólo refiero a Augusto Assia [1904, La Mezquita (Orense); 2002, Mesía (La Coruña)],  y George Orwell [1903, Motihari (India); 1950, Londres].
El primero por sus crónicas londinenses de Cuando yunque, yunque y Cuando martillo, martillo [ 1ª ed. Mercedes. Barcelona, 1946 y 1947, respectivamente]; el único testimonio del transcurso de la guerra relatado desde Londres por un cronista español. Orwell, por su preclara visión de la granja estalinista y su integridad en defensa de la libertad – cuando los vientos dominantes soplaban en contra–, acreedor por ende del mayor de los reconocimientos.
El maestro sevillano compartió época londinense con Assía y Orwell, y no es de extrañar que hubieran coincidido en algún momento, pero no conozco dato fehaciente al respecto.
GEORGE ORWELL
AUGUSTO ASSIA
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 A finales de noviembre de 2014, Carmen de la Vega, responsable de columnas de Opinión de El Imparcial (diario con el que colaboré durante un tiempo, hasta que colmé la paciencia del Sr. Ansón por críticar sus frívolas sandeces e inconsistentes majaderías) me facilitó el contacto con William Chislett. Andaba yo en una búsqueda relacionada con los servicios diplomáticos del UK en España, en la que conté con la inestimable ayuda de William, al hilo de la cual me comentó esto:

“... Tanto Chaves Nogales que Barea, por razones distintas, son personas honestas y honorables en el sentido más amplio. Pobre Chaves. Ni tiene lápida. Está enterrado donde el tronco del árbol (Fulham, Londres).

Ni tiene lápida...” Pude verlo en una foto de Mª Isabel Cintas Guillén que me adjuntó [Mª Isabel es referencia obligada a la hora de hablar de Chaves. Es la fuente de la que ha brotado todo el “caudal” Chaves del que bebemos: cinco tomos de Obra Narrativa (1993) y Obra periodística (2001, reeditados en 2009 y 2013). Manuel Chaves Nogales, página editada por ella, ofrece un excelente acercamiento al "repórter" sevillano]
Mª Isabel y William, dos nuevos hallazgos, me empujaron definitivamente a la estela del maestro sevillano. La inocente fotografía encendió la chispa de mi curiosidad por ver, por ir allí. Se volvía a repetir el mismo impulso que me llevó a visitar otro camposanto: el emotivo cementerio de Omaha, en las playas del desembarco al que hace nada rendía homenaje en Normandia, 6 de junio de1944. 
EL TOCÓN DEL CEMENTERIO DE FULHAM...
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3. Exiliado por partida doble, en Francia a consecuencia del mayor fracaso histórico que nuestra guerra civil supuso en nuestra convivencia, y poco más tarde en el UK a resultas de la capitulación francesa ante la barbarie nazi –con la travesía que comienza en Burdeos y le llevará al UK se abre La Agonía...–, Chaves muere en Londres en mayo de 1944, lejos de su esposa e hijos... No pudo saber de lo que sucedió apenas un mes más tarde, ni visitar esas playas en las que unos chiquillos de allende los mares comenzaron a abrir las puertas de la libertad que parece languidecer en Europa.
Sus restos yacen, sin lápida que lo recuerde, junto al tocón. La imagen de su sepultura evoca la envoltura, densa a veces, que en esos entrañables camposantos londinenses, mitad parques, mitad islas de recogimiento, arropa con brumas de olvido enterramientos como el que localiza algo –también inerte– como los restos de un árbol talado.
La suerte de quien en plena madurez, y hablando de lo que dejó atrás en su patria, proclamara en su exilio parisino con amargura que
"El resultado final de esta lucha no me interesa demasiado. No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de España va a salir de un lado u otro de las trincheras. Es igual. ... puede salir indistintamente de uno u otro lado.",
no puede sorprendernos.
 [Fin de la 1ª parte]

2018/06/15

[42] YO OS ACUSO...


PUBLICISTAS, ACADÉMICOS, CATEDRÁTICOS, FISCALES GENERALES,..., YO, ASPIRANTE A CIUDADANO, OS ACUSO DE FALTA DE DECORO Y HONESTIDAD INTELECTUAL

Anteayer 13 de junio de 2018 presentaba su dimisión el ministro de cultura nombrado por un Sr. encaramado al poder en un proceso absolutamente vergonzante, hediondo, intrínsecamente corrupto. Hay que tener agallas para estar a la altura de tal circunstancia, pero hay gente pa'tó.
Según leo, el ex «... había defraudado a Hacienda un total de 218.322 euros en tres ejercicios fiscales. Dos demoledoras sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 2017 le acusaban de no haber actuado de "buena fe", "negligentemente", "con el resultado de eludir el cumplimiento de sus obligaciones tributarias en perjuicio del erario público. El periodista y escritor había montado una mercantil para facturar sus servicios como presentador de 'El programa de Ana Rosa'. Hacienda le obligó a pagar 365.938 euros"» No está mal para un adalid de la lucha contra la corrupción en un gobierno decididamente anti-corrupción salvo la indispensable para poder constituirse como tal.
Y a la hora de decir adiós, en lugar de hacerlo con discreción, el muy, muy, ha arremetido contra la jauría mediática. Su acrisolada autoridad moral se lo permite... no comment! 
Me resulta impensable que en Alemania, Holanda, el UK o Francia pueda suceder nada parecido, pero puedo estar equivocado. Por otra parte, prestarse a formar parte del consejo que preside individuo tal también me resulta absolutamente vergonzante, pero no es código de valores generalmente compartido.
Como tampoco todo el mundo comparte el punto de vista con el que encabezo esta entrega, evidentemente. Por ejemplo D. Arturo Pérez-Reverte, que no es ningún juvenil porque de juvenil no se deviene académico de la lengua, proclamó a los 4 vientos esto que sigue “Creo que me gusta el nuevo gobierno porque nos da esperanza...
¿Cómo esperar una colada limpia como la patena lavando con agua de albañal? Hace falta ser muy, muy naïf …, o algo mucho peor, Arturet!

Por otros lares mediáticos es común la aceptación de la farsa representada en el retablo, por ejemplo con la apología del voto al PP de Gabriel Albiac, so pretexto del mal menor, al poco de debatir a gran nivel con D. Antonio Gª-Trevijano. Otros faros-guía, como Federico Jimenez Losantos & contertulios, aceptan y abrazan la causa de la efebocracia piafante en ciernes. Y como el asno que mueve la noria tras la estela de la inalcanzable zanahoria, la gran esperanza blanca de ahora puede ser el Sr. Rivera [promovido al nº1 de su formación por el inapelable mérito de llamarse Alberto, el nº1 en el listado ordenado alfabéticamente de los partícipes en el congreso constituyente de su formación], o el Sr. Abascal... ¿y mañana? ¡vaya ud. a saber! ¡La donna è mobile!.
     Ni la condición de escritor de éxito, brillante publicista [persona versada en los asuntos de la cosa pública, que propaga su saber en la prensa], académico de la lengua, catedrático de filosofía, derecho administrativo o constitucional, influyente opinante en las redes/marañas sociales, o columnista de referencia en suplemento dominical, o yo qué sé..., exime a nadie de enunciar gratuidades e inconsistencias; nada de ello confiere patente de corso.
A la hora de propagar enunciados no hay dispensa para aquellos que por su trayectoria o desempeño influyen en la forja de opinión. Precisamente a lo que están obligados es a todo lo contrario: mayor rigor y precisión, un grado más de complejidad y elaboración argumental del razonamiento, y más sutileza y finura, si cabe. Y por ello cada enunciado ha de juzgarse por sí, en función de su solidez y de su coherencia, independientemente de quien lo formule.
Luego queda el sutil tránsito de la idiocia a la maldad, o viceversa, que no halla eximente alguno en la ignoratio voluntaria de la que se alardea.

2018/06/06

[40] NORMANDÍA, 6 DE JUNIO DE 1944.


Han transcurrido 74 años de aquel episodio, decisivo para el transcurso de la 2ª Gran Guerra, pero el recuerdo impregnado de gratitud para todos ellos no puede languidecer.

El Cementerio Norteamericano de Normandía, uno de los que salpican las playas del desembarco y que S. Spielberg muestra en su primera escena de “Salvad al soldado Ryan”, es lugar para emocionarse, un santuario de la libertad.
Hace ya unos años -tengo que volver- visité el escenario de la “Batalla de Normandía”. Comencé en el “Mémorial” de Caen, conjunto conmemorativo alzado sobre un bunker subterráneo que en 1944 albergó el estado mayor del comandante de la 716 división de infantería de la Wehrmacht; una más de las innumerables edificaciones del “muro atlántico” construidas por la Organización Todt que aún se mantienen en pie.
Memorial de Caen

Numerosas banderas ondean en la explanada a la que se abre el “Mémorial”, pero la española, naturalmente, no está entre ellas. Por entonces España estaba “en otra guerra”. No es preciso preguntar; en una época en la que los españoles se dispersaban por los rincones más insospechados del globo terráqueo, cruzarse con un compatriota en una jornada de playas de desembarco era tan poco probable como que la efemérides se reflejara con un mínimo de extensión en los medios más acreditados en su defensa de la libertad [claro que la cuestión es saber qué acreditación tiene quien acredita...]
En 1944, tras un lustro de guerra espantosa para Europa, España estaba “en otra historia”. El paso del tiempo hizo que las suertes de unos y otros convergieran, pero también ha evidenciado nuestro poso galdosiano. Y nos ha abocado donde estamos, de nuevo “en otra historia” a resultas de la fascinante metamorfosis obrada por el bálsamo de Fierabrás del consenso del 77, capaz de lograr la cuadratura del circulo de transicionar un sistema autoritario/dictadura a un sistema permisivo/democracia.
Entre nosotros no es extraño oír a quienes se enardecen hablando de libertad y democracia; es cosa común. No tanto que se señale lo que a mi juicio queda fuera de discusión: que hace ya mucho tiempo que nuestra historia es indisociable de la del rincón Occidental del continente europeo. Que nuestro pasado reciente no se entiende sin el suyo; nuestra “democracia” sin la suya [entrecomillado, sí, porque donde no se dan los hechos sustantivos de la representación , de la separación de poderes y de igualdad ante la ley, no existe tal democracia sino un sucedáneo de la más baja estofa].
La Europa surgida de aquella espantosa guerra debe su libertad a quienes la liberaron de los dos yugos que se cernían inexorablemente sobre ella. Yugos que la abocaban a ser un inmenso campo de concentración nazi al oeste, y un enorme gulag, una enorme y orwelliana granja estalinista, al este.
Así que, por obvia consecuencia, debemos gratitud, siquiera sea indirectamente, a norteamericanos, ingleses y canadienses; a todos cuantos yacen en cualquiera de los cementerios normandos por mucho que no encabezaran el desfile de la “Liberación” por los Campos Elíseos que vieran tremolar la bandera nazi desde la cima del Arco del Triunfo...


Cementerio americano de Omaha
La escena del desembarco, magistralmente rodada por Spielberg, incita a que nos preguntemos por qué. Por qué muchas familias aceptaron que unos chiquillos, los suyos, reclutados en los rincones más recónditos de su patria, vinieran a entregar su vida por una causa tan lejana.
Quien viva la pasión por la libertad que se acerque al “Mémorial” de Caen, a las playas del desembarco, que se detenga en el Cementerio Americano de Coleville sur Mer o en cualquier otro para, quizás, sentir una emoción única: el tenue pero bien perceptible temblor que esas lápidas provocan. Y rendir con ello un modesto homenaje a quienes allí recibieron sepultura.

Han transcurrido 74 años de aquel episodio, decisivo para el transcurso de la 2ª Gran Guerra, pero el recuerdo impregnado de gratitud para todos ellos no puede languidecer.
Las playas del desembarco

[223] SUMA CHAVES NOGALES (EN CON VOZ QUEDA). III.

  Estimado lector. Prosigo la enumeración de las entradas en las que comento, o aporto detalles novedosos, en relación con la persona y con ...