2023/07/20

[175] LA DUDA

 La duda se ubica en el umbral del conocimiento, la antesala de la sabiduría.

La duda es lo opuesto a la certeza, a lo indiscutible. Antagonismo esencial, radical, sin términos intermedios, como los que pueden surgir entre calificativos: p. ej. entre pueblerino y cosmopolita -que es quien no hace del exiguo rincón del cosmos que le vio nacer su universo intelectual, afectivo y sentimental.

 Se puede considerar un estado natural de la mente que se cuestiona a sí misma y, por ello, ubicarla en el umbral del conocimiento, la antesala de la sabiduría. En este sentido se puede manifestar en diferentes grados, como incertidumbre sobre la existencia o la materialidad de un hecho, por el titubeo sobre el curso de la acción a tomar, o por el juicio indeterminado -inconcluso, entre dos proposiciones contradictorias; por el recelo que provoca el campo de circunstancias...

Dudar de algo supone desafiar su autenticidad, su valor; pero llevar a ciertos límites tal actitud puede abocar a la patología del cuestionamiento incesante, de las cautelas extremas, y de los escrúpulos sin medida.

Es posible que la filosófica sea la duda por antonomasia. Actitud que consiste en instalarse en una duda definitiva, con sus variantes: duda escéptica, metafísica, duda universal... 

En particular, se ha de reseñar la duda cartesiana; la duda metódica de Descartes. Actitud del sujeto pensante que considera incierto cualquier juicio, sobre cualquier objeto de conocimiento, para tender a la mayor certeza posible, siendo la certeza primaria la existencia del propio sujeto pensante.

René Descartes

Pero, a lo que vamos.

Son hechos incontrovertibles, incuestionables o indiscutibles que, aquí, ahora, doquiera, y en todo momento:

-una cosa es elegir y otra, votar;

-una cosa es un representante y otra, un tipo aupado por su presencia en una lista de partido cerrada y bloqueada;

-una cosa es la separación de poderes -en la que los campos de potestad están perfectamente deslindados, y otra, la separación de funciones -donde todo es un amalgamado totum revolutum o, en el habla coloquial, la casa de tócame roque. Donde, por ejemplo, "el legislativo - aprisco mansueño de bandas borreguiles, elige al jefe del ejecutivo" y, llegada la ocasión, ambos se acuerdan para "meterle mano al judicial".  Todo sin recato ni pudor, con la obscenidad de aquel ínclito presidente del Supremo y del Consejo General de "Poder Judicial", Sr. Lesmes, quien sin decoro, vergüenza, o pudor alguno, se expresó con desparpajo farruco e insolente franqueza al decir, y dictar sentencia, que: «la corrupción es un 'mal endémico, incluso sistémico'» ¡Si lo sabría él! -él, a todas luces criatura del tinglado-. Sucedió allá por 2016 y de ello di cuenta en [25] Presidente del Supremo...;  

-una cosa es un sistema de votaciones periódicas y otra, una democracia, sistema este que se basa en la representación política de los individuos -que solo tiene cabida en un régimen electoral de distritos unipersonales,  y en la separación de poderes -lo que exige elecciones separadas de la cámara legislativa y de la cabeza del ejecutivo.

Es bien cierto que en nuestro solar patrio no se elige, ni existe representación política, tampoco separación de poderes; en consecuencia, llamar democracia a semejante tinglado no deja de ser una denominación fabulosa..., una frivolidad en la palabra; ... es tan cierto como que a las 12AM es mediodía, así se dé un eclipse total de sol en un día encapotado de negros nubarrones.

Así que, ante tales certezas, ¿cómo es posible albergar duda alguna?

PS (del 26jul2023). Me permito sugerir la lectura de [174] Sostenella y no enmedalla, entrada precedente que "La duda" aclara en lo que pudiera contener de oscuro. 

2 comentarios:

  1. Querido y respetado Fernando

    Has escrito dos artículos en uno.
    En el primero aparece el profesor erudito el intelectual impecable, el cartesiano coherente. Es decir, el Fernando Caro que conocen quienes te seguimos
    La segunda parte de tu texto abre la puerta al ciudadano que se despoja de su birrete
    Y reflexiona, incluso con un estilo literario diferente sobre la insoportable levedad del ser .
    Creo que es fácil coincidir con tu cabreo pero yo hace años me convertí al cinismo de los que no creen en los nuevos salvadores de la política

    No creo en los que creen que existe el hombre bueno pero si en los hombres cabreados .
    Te escribo desde el.movil y me veo obligado a ser breve
    Un abrazo y feliz verano

    Diego Armario

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  2. Querido amigo Diego. Muchas gracias por tu doble generosidad, la de comentar y la de hacerlo en términos que no creo merecer en tal grado.
    En realidad, me veo más como cínico que como cabreado, es decir, muy cercano a tu punto de vista: la especie es como es, y si desde que conocemos sus andanzas no ha dado muestras de enmienda, no veo el porqué yo iría a formar parte de los privilegiados que vieran "como esto tiene arreglo".
    Disfruta del verano y del ocio activo que colma los espíritus cultivados, como el tuyo.
    Un abrazo.
    F Caro.

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