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3. En cuanto a las apreciaciones del jurado
Leo que el premio pretende promover los valores profesionales del célebre periodista y escritor sevillano, –con lo que, sensu contario, excluye los puramente personales... Ello me evoca el artículo 1º de la Constitución Republicana de 1931, la cual, al proclamar que España era una República de trabajadores, excluía de un plumazo a todo aquel que no lo fuera...¡hum!
Por cierto, Plá relata que tal proclama provocó la hilaridad entre los miembros de la Soceidad de Naciones que recibieron a la delegación española, encabezada por Lerroux, que se presentó en Ginebra a mediados de julio de 1932:
C'est que, vous savez, c'est un peu difficile de prendre sérieusement certains travaux constitutionels que vous êtes en train de faire en Espagne. Cuatro historias de la República; Julio Camba; Gaziel; Josep Plá; Manuel Chaves Nogales. Destino, Barcelona, 2003; pp. 177-178.
A mi modo de ver el texto de Mª–Paz no está, ni de lejos, a la altura de Chaves –pura apreciación personal, si bien el jurado lo ha considerado un excelente trabajo periodístico, por su composición, estilo y fuentes consultadas, y que recuerda en su temática al Chaves Nogales más internacional. Y si así fuera, por añadidura, una golondrina no hace verano, que dice el refrán.
No entro en los aspectos que entiendo como puramente técnicos, composición y estilo, nada sé de ello y nada puedo decir. En cuanto a las fuentes consultadas, proclamo que no son como para tirar cohetes, más bien son de un escuálido pavoroso.
Los episodios –tanto el del exilio republicano en sí como el del trabajo forzado, está bien estudiados por historiadores galos –fundamentalmente; algunos descendientes de aquellos compatriotas que vivieron tan trágica experiencia. Y la bibliografía al respecto es muy, muy, abundante.
Mª–Paz invoca a Antonio Muñoz, colaborador de Gaida en la preparación de Rotspanier y, ambos, comisarios de su presentación en Berlín; al propio Gaida, cuya tesis Les étrangers en surnombre. Les Grupements de travailleurs étrangers (GTE) sous le régime de Vichy aborda una faceta del asunto del trabajo forzado,y los siempre emotivos testimonios personales; es posible que el catálogo de Rotspanier también haya sido otra fuente.
El catálogo de Rotspanier y la Tesis de Gaida |
Dice el jurado que recuerda en su temática al Chaves Nogales más internacional... Como no soy un especialista en Chaves, me permito señalar que, si por ello se refiere al conocimiento que tuvo del hecho en sí del exilio, en particular el ruso, sea.
Pero de Chaves no conozco acercamiento concreto al hecho del exilio republicano de 1939 que, en cuanto exiliado, vivió de alguna manera en primera persona.
El reportero sevillano se proclamaba eso que los sociólogos llaman un "pequeño burgués liberal", ciudadano de una república democrática y parlamentaria. Y abandonó España cuando tuvo
… la íntima convicción de que todo estaba perdido y ya no había nada que salvar, cuando el terror no me dejaba vivir y la sangre me ahogaba. ¡Cuidado! En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid, como la que vertían los aviones de Franco, asesinando mujeres y niños inocentes. Y tanto más miedo tenía a la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de la Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas…
Así que no me cabe duda de que tan firme era su adhesión a la causa de la República –en la senda de la imposible 3ª España, como su desafección a las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid … y a los analfabetos anarquistas o comunistas que, en suelo francés, devinieron rotspanier.
Bien entendido debe quedar –muy bien entendido: había de todo entre la ingente masa humana que se encontró cerrada la frontera francesa por los pasos de Gerona, en febrero de 1939 –otra muestra del espíritu de la Francia pre-Vichy. Fundamentalmente personas honestas, por descontado, pero con las que poco –o nada, tenía que ver el "pequeño burgués liberal" Manuel Chaves Nogales.
Un ejemplo, el caso que más directamente afecta mi campo sentimental, el de mi abuelo Vicente Grau Mañanet, que estuvo allí, y conocí en Montauban en 1963. Por entonces, un grupo de 8 o 10 compatriotas en situación similar, se reunían de terutulia en un rincón de la Cours Foucault; Castillón –de Monzón; Jesús –de Chía son nombres que recuerdo por una cercanía mayor con ellos.
Nada tenían que ver los de esa tertulia, enemigos objetivos del PSUC/Kominterm y quizás su objetivo en la Cataluña de Orwell, con las hordas de las que abomina Chaves. Y como ellos, los más, por descontado, por mucho que los de la mentira es un arma revolucionaria –pura escoria, se quieran apropiar de la desmemoria histórica.
Por otra parte, Chaves denunció, como una de las mayores vergüenzas de la historia
... la cláusula por la que el gobierno francés se compromete a entregar a Hitler, atados de pies y manos, a los refugiados alemanes antihitlerianos que habían buscado su salvación en Francia y a quienes el Estado francés había utilizado sin escrúpulo en el simulacro de lucha contra el hitlerismo. La entrega al verdugo alemán de esos hombres que habían tenido fe en Francia será una de las mayores vergüenzas de la historia.
Sostengo que el recibimiento hecho a los del Retirada –algunos de los cuales corrieron idéntica suerte, como los hermanos Antonio y Teótimo Sesa Grau, primos carnales de mi madre, anda muy parejo en cuanto abyección, ignominia y crueldad.
También, que sobre esa conducta francesa se guarda excesivo silencio, como se vuelve a evidenciar en el artículo de Mª–Paz López, en el que tenía una oportunidad única para hacer una mínima referencia pero... Y aquí callo por no salirme del guión, pero si alguien desea conocer el alcance de esos puntos supensivos, le sugiero que haga uso del apartado de comentarios para recibir respuesta.
Chaves, que
publicaba cada día, en un grupo numeroso de periódicos americanos de lengua española sus crónicas redactadas única y exclusivamente al servicio de la causa francesa; cada día la Radio Francesa para España y América del Sur divulgaba mis comentarios inspirados en las consignas directas del Quai d’Orsay,
que yo sepa, nada dijo de ese recibimiento y de esas entregas al terror abominable, gratuito y cruel desatado por la locura germana. Y también estaba allí.
Lo cual, por mi parte, no entraña juicio alguno, ni explícito ni implícito. Lo digo alto y claro.
Fiel a mi espíritu eminentemente positivista, a lo que me ciño es a exponer hechos tangibles; cuento lo que conozco. Y ningún error me es ajeno.
Entiendo que solo desde la perspectiva del total respeto a Chaves, y del acercamiento a su persona con la mirada limpia y la honestidad intelectual a la que apelo, se mantendrá su memoria en el pedestal que merece. Lo creo con toda sinceridad; allá otros.
4. En cuanto a la presentación de La Vanguardia
En fin, tras el fallo del galardón, el medio que acogió en su día el artículo premiadose se hace eco de ello, hecho absolutamente normal, faltaría más.
Pero, a diferencia de como se presentó su original, estos días se ofrece en línea, en El trabajo forzado de los rotspanier, bajo el epígrafe MEMORIA HISTÓRICA, con todo lo que tal etiqueta supone entre nosotros aquí y ahora.
Gaida, alemán, nacido en 1969, estudioso de la cuestión del trabajo forzado al servicio de los nazís, esdecir de la conducta de sus compatriotas de antaño, principal promotor de Rotspanier, me comentó no hace mucho que no hay nada peor que la añoranza de un pasado que ni se conoce ni se estudia con honestidad intelectual y mirada limpia.
Cambio cualitativo significativo entre dos presentaciones |
Dejo constancia del hecho, por un lado, y por otro destaco la profusión con la que se ofrece el estandarte del mayor desastre histórico vivido entre nosotros, la 2ª República, añorado por muchos que parecen anhelar una realidad de la que nada saben por las crónicas de a pie de calle y de hecho.
Por ejemplo, las de Camba, de Plá –catalán por los 4 costados, o del Orwell del sobrecogedor Homenaje a Cataluña, por hablar de reporteros de casta de la época, con una calidad periodística y literaria que no admite discusión.
Que se enteren, pues, de una santa vez, los de la memoria histórica, aunque no haya peor necedad de la que aquel que nada quiere saber por estar ahíto de certezas. Más en particular, en esta ocasión, los de La Vanguardia –que he conocido Española, a los que les puedo recordar su propia memoria histórica con algunas portadas memorables. Y algunos jurados que –en mi opinión, deciden premios periodísticos con ningún tino.
Jurados que pueden caer en todo lo más contrario a sus rectas intenciones de partida, y acabar por deslustrar la reputación de aquel del que toman su ser para denominar un galardón.
Es más, lo sabemos bien, el sevillano fue testigo, estuvo aquí y, como es bien sabido, acabó abominando de lo que se le ofreció como República a su mirada.
He tratado a mi estilo el asunto y remito a mis entradas [132] La república que nos dejó sin República y [133] Un tranvía llamado República en las que expreso mi única y humilde verdad, un odio insuperable a la estupidez y a la crueldad, que en España halla tierra propicia de mano de quienes pretenden por futuro el peor pasado posible, que añoran sin conocerlo ni estudiarlo, sino desde una base de puros eslóganes de todo a 1€, o de la más pavorosa hemiplejía moral.
... Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplejía moral,
apostilló un malhumorado Ortega y Gasset, en 1937, a raíz de la publicación de La rebelión de las masas; el mismo Ortega al que Chaves se adhirió de manera firme y resueltamente liberal.
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En fin, me falta por analizar el texto en sí del articulo galardonado, tarea que dejo para la 3ª y última parte de esta serie. Me tomaré un tiempo, que dicen verme iracundo cuando me muestro vehemente de modo rotundo..., el milagro de la palabra.
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(Fin de II)
He leído con placer e interés este análisis apasionado, y al mismo tiempo serio por su rigor documental sobre Manuel Chaves Nogales y sus intérpretes.
ResponderEliminarLa pasión que no nubla el rigor siempre es buena.
Muchas gracias, Diego. Recibo con agrado tu comentario por su contenido, por su procedencia -voz solvente y honesta, y por lo infrecuente de que se haga uso de esta ventana abierta al coloquio sucinto.
ResponderEliminarHasta cuando desees volver, buen 2022.