[116.3] DE GAULLE (LA PELÍCULA)

"DE GAULLE" PIDE A VOCES UNA CONTINUACIÓN, QUE HA DE SER DE FACTURA INGLESA...

De Gaulle, película francesa de reciente estreno, viene a suceder a las de factura británica ambientadas en torno a la misma circunstancia política: la apoteosis de barbarie surgida del tintero espiritual alemán, epígrafe nazi, que condujo al desencadenamiento de la 2ª guerra mundial.

El discurso del rey (The King's Speech, 2010) y El instante más oscuro (Darkest hour, 2017) son los antecedentes que evoco. Esta última se centra en lo sucedido entre el 8 de mayo y el 4 de junio de 1940 en plena 2ª Gran Guerra, cuando W. Churchill sucede al dimitido N. Chamberlain como PM del Reino Unido. El “Debate Noruego”, del 7 al 9 de mayo en el parlamento de Westminster, provoca la caída de Chamberlain en tanto siguen las operaciones bélicas que conducirán al desastre de Dunkerque. Entre el 28 de mayo y el 4 de junio se lleva a cabo la repatriación de las tropas británicas, en franca retirada, desde suelo francés. Ese mismo día 4 el pueblo UK oirá el memorable “Lucharemos en las playas...” de Mr. Churchill.

De Gaulle relata lo que sucede en el seno del gobierno francés entre los días 6 y 16 de junio y acaba el 18, con el primer llamamiento del general a la resistencia de los franceses; lo hará desde los micrófonos de la BBC londinense. Todo sucede en plena ofensiva alemana, que desde comienzos de mayo avanza imparable hacia París tras 8 meses de una “drôle de guerre”. 
El humillante desfile nazi por los Campos Elíseos con el “Arc du Triomphe” al fondo, da la medida del effondrement. Hundimiento tan humillante como el vivido en 1806 en Berlín: la "tragedia nacional" de la entrada de las tropas de Napoleón por la puerta de Brandeburgo y el posterior pillaje de la cuadriga que la corona.

DE GAULLE EN LA BBC. NO EXISTEN
IMÁGENES DE SU 1ª EMISIÓN.

Desaparece la nación francesa como sujeto político, porque su estado se diluye: sin el concurso de las instituciones en las que se sustancia una nación política, para preservar su existencia entre el resto de naciones que la circundan, esta pasa a ser un juguete roto en manos del “enemigo”. 

[Hoy, 2020, es incontestable la nueva supremacía política alemana en el continente a resultas de su también incontestable supremacía económica: los problemas políticos reales y potenciales que resurgen del tintero espiritual alemán saltan a la vista para cualquiera que mire por el retrovisor de la Hª del continente. Me he referido a ello en mis entradas [107], [108] y [109]]

Pero volvamos al personaje y su circunstancia. A finales de 1931, el coronel De Gaulle, tras diversas misiones de combate en el exterior, es destinado a la Secretaría General de Defensa Nacional en París gracias al apoyo del mariscal Pétain. Cargo crucial que le permitirá conocer los entresijos de los asuntos de Estado al tener el encargo de preparar el proyecto de ley militar: no en vano había desarrollado sus teorías militares entre 1924 y 1938 con sus trabajos La Discorde chez l'ennemi (1924), Le Fil de l'épée (1932), Vers l'armée de métier (1934) y, por último, La France et son armée (1938) [trabajo este último, encargo de Pétain, que les abocaría al desencuentro y al desafecto del mariscal hacia quien fuera su protegido en otro tiempo: a partir de entonces no será para él sino un simple coronel ambicioso carente de educación.]

Ya en plena guerra, el coronel De Gaulle manda una unidad que recibe orden de retirada, pese a que manifieste su confianza en la victoria militar. Confianza trasmitida y difundida vía radio gracias a la iniciativa de un capitán, y basada en la tesis táctica de que una fuerza mecánica superior (aviación y divisiones acorazadas) es el único recurso capaz de derrotar a la exhibida por los ejércitos alemanes.

El dubitativo P. Reynuad, el presidente de gobierno que sucedió a E. Daladier –firmante del tratado de Munich en 1938–, le convoca a París, le promueve al generalato y, finalmente, accede a incluirlo en el gabinete como “subsecretario de Estado para la guerra y la defensa nacional”: un refuerzo al exiguo peso de las voces que hablan de resistir para vencer –de las cuales la más destacada es la de G. Mandel– y contrarrestar las tesis de entreguismo al enemigo sostenidas por Pétain y sus partidarios.

El ejercicio del cargo durará 10 días, del 6 al 16 de junio, con el gobierno finalmente establecido en Burdeos. El 9 y el 16 se entrevistará con el PM W. Churchill y otros miembros de su gabinete, y llegará a proponer* una unión política anglo-francesa consistente en la fusión de los ejércitos, incluyendo armadas, territorios, colonias y el gobierno francés en el Imperio Británico, en el marco, dice el documento de trabajo,

«... d'un gouvernement unique franco-britannique et vous, Monsieur le Président (M. Churchill), pouvez être Président du cabinet de Guerre franco-britannique.»

*19.1.2021. Repaso otras fuentes. La biografía de W. Churchill, de Roy Jenkins (Ed. Folio, D.L. B-15668-2003), como Joan Garcés, en Soberanos e intervenidos (Ed. S. XXI. 3ª ed. Madrid, 2008, ISBN 8432313271), atribuyen a iniciativa británica esa propuesta de unión política entre el Reino Unido y Francia. En la biografía se atribuye a De Gaulle el papel de transmisor, a Reynaud, de una propuesta avalada por Jean Monnet, el embajador francés en Londres, Corbin, y René Pleven. Pero en Burdeos, en la tarde-noche del 16 de junio, las cosas han cambiado drásticamente: Reynaud ha dimitido y Pétain se ha hecho con las riendas del gobierno llamado a claudicar (pp. 689-90). Garcés sitúa en el mes de mayo la iniciativa de una "indissoluble union", que atribuye al PM (p. 69), pero sin aducir fuente alguna.

Las tensiones internas de un gobierno gangrenado por lo antecedentes de la política francesa de los años precedentes (tensiones que tienen un paralelismo bien manifiesto en el propio seno del gabinete de guerra UK, con E. Halifax y N. Chamberlain como punta de lanza de la claudicación ante el opresor), estallan en Burdeos el domingo 16*. Pétain, y sus secuaces, provocan la dimisión de Reynaud y se consuma el golpe de Estado del que surgirá el infame gobierno colaboracionista de Vichy. 

*M. Chaves Nogales estuvo allí: “La agonía de Francia” comienza con el relato de esas horas de hundimiento y de indignidad. El libro es lectura obligada para todo aquel que pretenda tener una 1ª aproximación al pálpito de la nación francesa –del pueblo francés– en aquellos momentos.

De Gaulle, ya de regreso, y al conocer lo sucedido, consigue volver a Londres con su ayudante de campo. Tras no pocas dudas y ponderaciones británicas ante el nuevo enfoque político del gobierno francés, recibirá autorización para, a partir del 18, iniciar desde los micrófonos de la BBC sus llamamientos a la resistencia (me resulta muy sorprendente que Chaves Nogales no haga mención alguna al general en la “Agonia”, pese a que, como él, ganara Londres desde Burdeos e hiciera una labor similar, en español, desde los mismos micrófonos de la BBC).

Estas iniciativas de De Gaulle, aparentemente de escasa relevancia, obraron el milagro: el gobierno de Vichy bien pudo disponer que Francia se sentara en 1945, en la mesa de Postadam, del lado de los derrotados; sin embargo acabó tomado asiento entre los vencedores.

Película de buena factura, bien ambientada, de tono sobrio, mate, sin grandiosidades, que, en mi opinión, realza la figura del general, a lo que han de añadirse los emotivo detalles que rodean su circunstancia familiar. 

Que clama por una segunda parte que ha de proceder de la industria inglesa.
Deberá dar cuenta de lo sucedido a partir de aquella 1ª emisión hasta el día del desfile triunfal de De Gaulle por los Campos Elíseos, con París ya liberado, en agosto de 1944. Y de las razones de fondo de sus vetos.

COMO SI LA LIBERACIÓN DE FRANCIA HUBIERA SIDO COSA SUYA.
¡QUÉ SENCILLO RESULTA FALSEAR LA HISTORIA!

 Uno, el que negó cualquier reconocimiento a los 177 franceses del Comando Kieffer –los únicos entre la fuerza humana desplegada ese día– que desembarcaron el 6 de junio de 1944 junto a británicos, so pretexto de que le hicieron bajo estandarte “extranjero”.

Otro, el que supuso el borrado de toda participación de los republicanos españoles. El general P. Leclerc les honró y dispuso los blindados “Guadalajara”, “Ebro” y “Teruel” a la cabeza de las tropas que liberaron Paris, pero De Gaulle dispuso la erradicación de todo vestigio de su memoria, incluso un mausoleo erigido en Nancy, de lo cual aporto un testimonio de 1ª mano (aunque mi tío, ya longevo al escribir eso, bien se pudo haber equivocado en la localización del monumento)*.

PASAJE DE UNA CARTA RECIBIDA DE MI TIO A. GRAU.
QUE REPRODUZCO INTEGRA EN UNA CARTA DE A. GRAU
======

EL GUERNICA, OTRO CARRO DE LA COMITIVA
DEL 25 DE AGOSTO DE 1944.

* NOTA DEL 17/12/2020.

Consultados los archivos municipales de Nancy, me indican que no tienen constancia de nada de eso y que parece bastante improbable que pudiera haberse construido un monumento, entre abril de 1939 y mayo de 1940, y menos aún después de septiembre de 1944, para ser derribado en 1947.

Entiendo que lo manifestado por mi tío respecto de ese monumento es erróneo.