[180] ¿'Demoslibertad...'?

¿Demoslibertad...?

 

Un lector de este blog –un despistado, a buen seguro, se acaba de asomar a la entrada  [44] LEY DE HIERRO DE LA FISCALIDAD ...

¿Y qué se me ocurrió entonces?, me pregunto. El texto, muy corto, invita a enlazar –de modo estéril, con elcrítico.org , donde, en su día, se publicaron sendos artículos titulados LEY DE HIERRO DE LA FISCALIDAD (I)  y (II).

De modo estéril porque elcrítico.org , por entonces la ‘tribuna’ del tinglado de J. Papí&Co, es un dominio caducado a estas horas tempranas del día de hoy (12/09/2023).

¿Y qué será del tinglado?, me pregunto ahora. No me parece que ande pletórico, aunque vea que Roberto Centeno persevere en él como uno de sus tenores más tronantes, conclusiones a las que llego tras visitar la dirección https://www.demoslibertad.com/quiénes-somos, y comprobar que sus jerarcas son, con ligeras variantes (han desaparecido 2 voces de ultramar, la del mexicano Mauricio Ramírez y la del ecuatoriano Gustavo Pareja, en el apartado Internacional...) los nombres que hace casi tres años recogía en 118.

Consejo Gestor de Demos a 12/09/2023... (composición a partir lo que ofrece Demoslibertdad.com)

... y Consejo Gestor a 20/12/2020 (composición a partir de lo que ofrecía Elcrítico.org)

No me extenderé mucho en esta ocasión, en la que me limito a señalar dos hechos, la presencia continuada de un tiparraco, V. Ferrer*, en ese órgano, y el descuido –porque no supongo que sea desprecio lo que subyace, que exhiben con la gramática.

*Caigo en la cuenta, apenas 5h después de haber publicado esto, que dejo de lado –de modo por completo inmerecido, a su pareja de baile en aquella danza macabra del BitCoinVault que, al unísono, declamaban: el chico J. F. Murciego (hoy, vicepresidente). Le espetaré aquello de dime con quién andas, y te diré quién eres. 

En la entrada [117] Lance con V. Ferrer, relaté lo que me sucedió con él. Cuando escuché de ambos sus peroratas acerca de las maravillas del criptoengaño, como así lo denominé, acababa de alcanzar cotizaciones máximas que han evolucionado hasta estas de hoy mismo ¡un 0,26% de su máximo!. 

Así que, amadores desdichados, que seguís milicia tal, decidme que buena guía, podéis de un ciego sacar... 

 Curso de la cosa... y su máximo

En primer lugar, con el propio nombre con el que se reconocen, 'demoslibertad', confuso a más no poder, con lo que se contraviene el elemental principio de la absoluta claridad expresiva en base al empleo de denominaciones justas, que tomo de Julio Camba (Haciendo de República, Libros del Silencio, Barcelona, 2010) y que referí en [158], y repito porque vale la pena hacerlo una y mil veces.

Si las denominaciones son justas, el orden reina; si son equívocas reina el desorden. El que confunde las designaciones corrompe el lenguaje. Las cosas prohibidas sustituyen entonces a las permitidas. La inexactitud toma el lugar de la exactitud y lo falso ocupa el sitio de lo verdadero. Allí donde reina el desorden es que las designaciones de las leyes no están en su debido punto ... El príncipe de Tsi, espíritu confuso, podría servirse de la expresión shi, pero no sabía con certeza lo que esta expresión significaba. (Del Lu shi ch'un ts'in[1])

La persona noble escoge sus designaciones de tal modo que puedan ser empleadas sin equívoco en el discurso, y compone sus discursos de tal suerte que puedan, sin equívoco, transformarse en actos. (Del Lun–yu[2]).

Sabido debe de ser –hasta por el más torpe de quienes bebieron en el manantial Antonio Gª Trevijano, que LA LIBERTAD se conquista, no se otorga, no se concede, no se da. Y, pfv, que no me vengan con polisemias ni birlibirloques verbales, que mi horno ‘no está pa'bollos’.

En segundo, y este tan de calado como el que le precede, se lee en esa misma página que Demos, Plataforma de Innovación Política,…

Divulga la apertura de un nuevo periodo político que culmine con una Constitución, garante de una democracia para todos, adaptada a la época que nos ha tocado vivir.

Adaptada a la época que nos ha tocado vivir...,  ¿cabe atribuir ese rasgo a La Constitución, la que merece tal nombre por antonomasia, que comienza con We, the people…?

¿Cabe pensar en unas reglas para el juego del ajedrez, analogía que Trevijano empleaba de modo asiduo, adaptadas a la época que nos ha tocado vivir...?

Mucho me temo que, en aquel momento de finales del S XVIII, los Madison, Jefferson, etc., no tuvieran como premisa asentar una piedra basal adaptada a la época que nos ha tocado vivir…, así que la duda que me provoca la locución se extiende a las concepciones de sus proponentes…

Y para finalizar, un descuido manifiesto.

Captura del 12/09/2023

Vale.

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[1] Lu shi ch'un ts'in. Texto chino clásico, de carácter enciclopédico, compilado hacia el año 239 a.C., en wikipedia.org. Lüshi Chunqiu.

[2] Lun Yu. –El Lunyu es considerado por los estudiosos como la fuente más fiable de la doctrina del antiguo sabio Confucio (551-479 a.C.) y suele ser el primer texto confuciano que se estudia en las escuelas. Abarca casi todos los conceptos éticos básicos de Confucio: ren ("benevolencia"), junzi ("el hombre superior"), tian ("cielo"), zhongyong ("doctrina del medio"), li ("conducta correcta") y zhengming ("ajuste a los nombres"). Este último inculca la noción de que todas las fases de la conducta de una persona deben corresponder al verdadero significado de los "nombres"; por ejemplo, el matrimonio debe ser un matrimonio verdadero, no un concubinato–. Lun Yu. [Fuente: Enciclopedia Británica].